Maneras alternativas de empoderar juventudes. La experiencia de los jóvenes en los Mercados Cooperativos del municipio de Plaza de la Revolución

La consecución del llamado Cooperativismo No Agropecuario, tras la llegada de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, representa para Cuba la transformación teórico-práctica del cooperativismo agrícola tradicional.En primera instancia implica la expansión cooperativa a otros sectores de la economía del país, pero por demás conlleva la diversificación del cooperativismo agrícola tradicional, materializado, de manera específica, a través de la creación de las Cooperativas Comercializadoras de Productos Agrícolas.El presente artículo, en su pretensión primigenia de enfocar esta nueva modalidad de cooperativa en tanto forma de empleo, identifica una opción dentro del mercado de trabajo cubano actual que ha propuesto una inserción e inclusión laborales diferentes para los jóvenes. Quienes logran encontrar en estas cooperativas, si bien no un espacio que por su dinámica interna permita la continuidad de estudios, sí una alternativa de empleo que canaliza en ellos niveles notables de madurez, responsabilidad, compromiso, participación en la toma de decisiones y sentido de pertenencia.Asimismo, el protagonismo gradual que alcanza este segmento poblacional movido por una cultura del trabajo de nuevo tipo,le convierte en una fuerza de trabajo no subvalorada, no marginada.