USO DE BASURALES POR PARTE DEL PELUDO (Chaetophractus villosus)

Abstract

We report the first occurrence of the hairy armadillo (Chaetophractus villosus) using garbage dumps and composting sites at five localities in the Argentine Patagonia, and discuss the possible influence of this behavior in its recent expansion in the south of the southern cone. El peludo (Chaetophractus villosus) es uno de los armadillos más comunes y abundantes de Argentina (Abba et al. 2014a). Es un animal omnívoro y, en su dieta, incluye gran variedad de ítems, desde escarabajos, hormigas, pequeños vertebrados y carroña (Casanave et al. 2003, Arriagada et al. 2017, Gallo et al. en prensa). En los últimos años se ha detectado una expansión en la distribución de C. villosus, posiblemente facilitada por las actividades humanas (Poljak et al. 2007; Abba et al. 2014b; Gallo et al. 2017). Esta ampliación es muy notoria ya que desde su lugar de origen, situado en la Región Pampeana (Poljak et al. 2010), ha invadido en tiempos históricos toda la Estepa Patagónica (sensu Brown & Pacheco 2006). Desde mediados del siglo XIX naturalistas y viajeros notaron que la mayor parte de la Patagonia estaba habitada sólo por un armadillo, Zaedyus pichiy, y que C. villosus estaba restringido a la zona norte de esta región (Burmeister 1893; Hatcher 1903; Darwin 1833; De la Vaux 2008). Posteriormente, Dennler (1942), Cabrera (1957), Crespo (1974) y Atalah (1975) nuevamente destacan Recibido 05 de junio de 2018. Aceptado 29 de junio de 2018. Editor asociado D. E. Udrizar Sauthier. Versión Versión on-line ISSN 2618-4788 http://doi.org/10.31687/saremNMS.19.0.1 Agustín M. Abba, Jorge A. Gallo y Emmanuel Zufiaurre N OTAS S O B R E M A M Í F E RO S S U DA M E R I C A N O S 3 la ausencia del peludo en la región norte y centro de la Patagonia, pero registran un incipiente proceso de avance/invasión a lo largo del siglo XX. Hace aproximadamente 16 años, Deferrari et al. (2002) confirman la introducción y establecimiento de C. villosus en la Isla Grande de Tierra del Fuego y, posteriormente, Poljak et al. (2007) hacen los primeros trabajos sobre ecología de la especie en este territorio. Luego Poljak et al. (2010), mediante técnicas moleculares, confirman un avance hacia el sur de la especie pero no logran ajustar temporalmente este fenómeno. Seguido a esto, Abba et al. (2014b) confirman que, en los últimos 100 años, el peludo expandió su distribución unos 1300 km desde el norte de la Patagonia hasta el norte de la Isla Grande de Tierra del Fuego. Finalmente, Gallo et al. (2017) registraron el avance del peludo en la Isla Grande de Tierra del Fuego a una tasa de expansión lineal de 9,35 Km/año, invadiendo prácticamente toda la Estepa Magallánica. Si bien los autores no encontraron una asociación exclusiva de la especie con asentamientos humanos, es muy común ver peludos en cascos de estancias o zonas periurbanas (Gallo et al. 2017). Los basurales son una potencial fuente de recursos alimenticios para muchas especies de vertebrados (Plaza & Lambertucci 2017) y en particular para mamíferos medianos (Martina & Gallarati 1997). Éstas áreas de acumulación de residuos pueden cumplir un rol clave en el movimiento y dispersión de varias especies de vertebrados, en muchos casos taxones introducidos o invasores (Plaza & Lambertucci 2017). El objetivo de esta nota es reportar, por primera vez, la presencia y uso por parte del peludo (C. villosus) de basurales y sitios de compostaje. Entre los años 2016 y 2018 se realizaron distintos viajes de prospección de armadillos en la Patagonia argentina, donde se detectó la presencia y uso cotidiano por parte de C. villosus de basurales y sitios de compostaje domiciliario. Esta presencia fue registrada por observación directa, revisión de evidencias indirectas (cuevas y hozaduras) y cámaras trampa. En todos los casos se observó a los peludos alimentándose de residuos orgánicos y, en el caso de los basurales, los individuos también usaban el lugar como refugio. Los registros fueron realizados en la Estancia Cullen (-52,859232° -68,409966°, Fig. 1) y en la Estancia San Martín (-53,300642° -68,449631°) de la Isla Grande de Tierra del Fuego, en el Paraje el Cortaderal de la provincia de Mendoza (-36,583838° -68,533547°) y en dos sitios destinados a compostaje, uno en la Reserva de Vida Silvestre San Pablo de Valdés (Chubut, -42,695626°, -64,178733°) y otro en la Estación biológica Juan Mazar Barnett (Santa Cruz, -47,241171° -71,192543°). La característica de homeotermos imperfectos de los xenartros fue utilizada para fijar potenciales límites de distribución (Humphrey 1974; McNab 1985). Sin embargo, estos límites han sido superados con creces, fundamentalmente por la interacción con las actividades humanas (Taulman & Robbins 1996; Poljak et al. 2007; Abba et al. 2014b). Los registros presentados en esta nota aportan mayores evidencias para respaldar la hipótesis de que C. villosus es una especie que se ve favorecida por las actividades humanas (Poljak et al. 2007; Abba et al. 2014b; Gallo et al. 2017) y que esta relación facilitaría la ocupación y establecimiento en nuevas áreas. Chaetophractus villosus en basurales N OTAS S O B R E M A M Í F E RO S S U DA M E R I C A N O S 4 Figura 1. Imagen tomada por una cámara trampa instalada en el basural de la Estancia Cullen, Isla Grande de Tierra del Fuego (-52,859232° -68,409966°), donde se observan dos ejemplares de Chaetophractus villosus.