El terremoto de Mesina-Calabria de 1783: de la gestión a la reconstrucción a través de los ingenieros militares Antonio Winspeare y Francesco La Vega (9-26 de abril de 1783)
{"title":"El terremoto de Mesina-Calabria de 1783: de la gestión a la reconstrucción a través de los ingenieros militares Antonio Winspeare y Francesco La Vega (9-26 de abril de 1783)","authors":"José Miguel Delgado Barrado","doi":"10.14198/rhm.27635","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"El terremoto de Mesina-Calabria, iniciado el 5 de febrero de 1783, fue catastrófico. La reconstrucción fue gestionada desde la corte de Nápoles a través de ministros, oficiales, científicos e ingenieros militares, entre otros personajes. El vicario general Pignatelli, máximo responsable de la gestión del terremoto en Calabria, estuvo acompañado en sus primeras pesquisas por dos ingenieros militares: Antonio Winspeare y Francesco La Vega. Ellos fueron los autores de 27 cartas enviadas a Pignatelli, Acton, Jaci y Sambuca, en las cuales se describían las primeras actuaciones para remediar los efectos devastadores del terremoto. Entre los contenidos de las cartas destacan los trabajos de inspección y valoración de las ciudades destruidas, la exploración de los posibles nuevos asentamientos, atendiendo a la calidad del aire, la presencia de agua, la proximidad del litoral y de las vías principales de comunicación, pero también las negociaciones para la toma de decisiones junto a las autoridades locales, gobernadores, señores y propietarios de las tierras, agricultores y artesanos. También realizaron tareas de desecación y desviación de nuevos lagos y aguas estancadas, así como la organización de los espacios para la sepultura de los muertos, y la atención a las urgencias más inmediatas, ya que durante sus trabajos se produjeron réplicas de diversas intensidades y destrucción. En las cartas, que fueron más bien borradores de cartas, hemos diferenciado una variedad de contenidos, desde la mera presentación a las autoridades y los objetivos de sus trabajos, hasta informes continuos enviados a Pignatelli, y, finalmente, unas breves alusiones al pasado, presente y futuro de las ciudades calabresas destruidas y trasladadas de sitio, junto a la obediencia y desobediencia de algunos municipios.","PeriodicalId":36695,"journal":{"name":"Revista de Historia Moderna","volume":null,"pages":null},"PeriodicalIF":0.3000,"publicationDate":"2024-07-08","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":null,"platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"Revista de Historia Moderna","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://doi.org/10.14198/rhm.27635","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"Q2","JCRName":"HISTORY","Score":null,"Total":0}
引用次数: 0
Abstract
El terremoto de Mesina-Calabria, iniciado el 5 de febrero de 1783, fue catastrófico. La reconstrucción fue gestionada desde la corte de Nápoles a través de ministros, oficiales, científicos e ingenieros militares, entre otros personajes. El vicario general Pignatelli, máximo responsable de la gestión del terremoto en Calabria, estuvo acompañado en sus primeras pesquisas por dos ingenieros militares: Antonio Winspeare y Francesco La Vega. Ellos fueron los autores de 27 cartas enviadas a Pignatelli, Acton, Jaci y Sambuca, en las cuales se describían las primeras actuaciones para remediar los efectos devastadores del terremoto. Entre los contenidos de las cartas destacan los trabajos de inspección y valoración de las ciudades destruidas, la exploración de los posibles nuevos asentamientos, atendiendo a la calidad del aire, la presencia de agua, la proximidad del litoral y de las vías principales de comunicación, pero también las negociaciones para la toma de decisiones junto a las autoridades locales, gobernadores, señores y propietarios de las tierras, agricultores y artesanos. También realizaron tareas de desecación y desviación de nuevos lagos y aguas estancadas, así como la organización de los espacios para la sepultura de los muertos, y la atención a las urgencias más inmediatas, ya que durante sus trabajos se produjeron réplicas de diversas intensidades y destrucción. En las cartas, que fueron más bien borradores de cartas, hemos diferenciado una variedad de contenidos, desde la mera presentación a las autoridades y los objetivos de sus trabajos, hasta informes continuos enviados a Pignatelli, y, finalmente, unas breves alusiones al pasado, presente y futuro de las ciudades calabresas destruidas y trasladadas de sitio, junto a la obediencia y desobediencia de algunos municipios.