{"title":"Prologo:","authors":"J. M. Touza","doi":"10.2307/j.ctv9zcgtc.3","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"En Galicia, desde al menos el siglo XIX, la figura de Prisciliano presenta los rasgos propios de un héroe nacional. Para Manuel Murguía, hacia 1865, su nombre es un motivo de orgullo, porque muestra el alto desarrollo intelectual de Galicia en aquellos lejanos tiempos y porque, pese a sus errores, contribuyó a la implantación del cristianismo en esta parte del Imperio romano. Se extiende Murguía en explicar las causas de que sus doctrinas tuvieran aceptación tan general en Galicia y cree que se debe al hecho de que entroncaron con antiguas tradiciones muy arraigadas: “Prisciliano conmueve las gentes célticas de Galicia, amalgamando los dogmas cristianos con las antiguas tradiciones de nuestro pueblo” (Historia de Galicia, La Coruña, 19062, 568). Esta idea la retomarán los integrantes de la “Generación Nos” en los años veinte del siglo pasado, con distintos matices, para hacer de Prisciliano el fundador de una Iglesia separada, más o menos católica (según los autores), pero específicamente gallega (en tanto que céltica) y enfrentada al poder (imperial en su caso). Tal vez quien mayor énfasis puso fue Alfonso Rodríguez Castelao, que le dedicó al heresiarca fervorosas palabras en su obra más importante, Sempre en Galiza, publicada ya en el exilio, en Buenos Aires, en 1944 (edición crítica en Santiago de Compostela, 1992). Allí Prisciliano, como puede verse en la página 267, encarna los mejores valores del alma gallega entendida como una realidad ahistórica:","PeriodicalId":129465,"journal":{"name":"La rovina come pretesto","volume":"3 1","pages":"0"},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2018-11-23","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":null,"platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"La rovina come pretesto","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://doi.org/10.2307/j.ctv9zcgtc.3","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"","JCRName":"","Score":null,"Total":0}
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摘要
在加利西亚,至少从19世纪开始,普里西利亚诺的形象就表现出民族英雄的特征。对于Manuel murguia来说,大约在1865年,他的名字是一个值得骄傲的理由,因为它显示了加利西亚在那个遥远的时代的高度智力发展,因为尽管他有错误,但他为基督教在罗马帝国的这一地区的植入做出了贡献。murguia流淌在解释原因非常一般性的理论就会接受在加利西亚和认为事实上是因为entroncaron传统非常根深蒂固:“Prisciliano感动着人们,上面带有基督教加利西亚,内容理论与我国人民的传统”(加利西亚历史、拉科鲁尼亚、19062 568)。这主意retomarán一代”的成员“20世纪20年代,我们与不同的微妙之处,使Prisciliano天主教教会创始人分割,或多或少(据提交人),但是具体gallega(而céltica)和帝国面对权力(并在可能的情况下)。也许最强调的是阿方索rodriguez卡斯特劳(Alfonso rodriguez Castelao),他在他最重要的著作《Sempre en Galiza》(Sempre en Galiza)中献给了这位异端的狂热话语,这本书于1944年在布宜诺斯艾利斯流亡期间出版(1992年圣地亚哥德孔波斯特拉批判性版)。正如你在第267页看到的,普里西利亚诺体现了加利西亚灵魂的最佳价值,被理解为一个非历史的现实:
En Galicia, desde al menos el siglo XIX, la figura de Prisciliano presenta los rasgos propios de un héroe nacional. Para Manuel Murguía, hacia 1865, su nombre es un motivo de orgullo, porque muestra el alto desarrollo intelectual de Galicia en aquellos lejanos tiempos y porque, pese a sus errores, contribuyó a la implantación del cristianismo en esta parte del Imperio romano. Se extiende Murguía en explicar las causas de que sus doctrinas tuvieran aceptación tan general en Galicia y cree que se debe al hecho de que entroncaron con antiguas tradiciones muy arraigadas: “Prisciliano conmueve las gentes célticas de Galicia, amalgamando los dogmas cristianos con las antiguas tradiciones de nuestro pueblo” (Historia de Galicia, La Coruña, 19062, 568). Esta idea la retomarán los integrantes de la “Generación Nos” en los años veinte del siglo pasado, con distintos matices, para hacer de Prisciliano el fundador de una Iglesia separada, más o menos católica (según los autores), pero específicamente gallega (en tanto que céltica) y enfrentada al poder (imperial en su caso). Tal vez quien mayor énfasis puso fue Alfonso Rodríguez Castelao, que le dedicó al heresiarca fervorosas palabras en su obra más importante, Sempre en Galiza, publicada ya en el exilio, en Buenos Aires, en 1944 (edición crítica en Santiago de Compostela, 1992). Allí Prisciliano, como puede verse en la página 267, encarna los mejores valores del alma gallega entendida como una realidad ahistórica: