{"title":"没有坏的第五个","authors":"Andrés A. Escalante","doi":"10.19083/rgm.v5i2.1246","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"El refrán, “no hay quinto malo”, en una tarde de toros, hace referencia al quinto astado, cuya lidia debería prometer una gran faena. Ello, en parte, obedece a que, antiguamente, en las fiestas taurinas españolas eran los propietarios de los toros quienes determinaban el orden de la lidia, dejándose a los mejores ejemplares para el final. Si bien es cierto que, en la actualidad, el orden de la lidia es aleatorio, este refrán sigue vigente en tanto y en cuanto se haga referencia, mediante su uso anchuroso, a que lo mejor de algo puede ocurrir después y no antes.","PeriodicalId":269893,"journal":{"name":"Review of Global Management","volume":null,"pages":null},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2020-08-06","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":"{\"title\":\"No hay quinto malo\",\"authors\":\"Andrés A. Escalante\",\"doi\":\"10.19083/rgm.v5i2.1246\",\"DOIUrl\":null,\"url\":null,\"abstract\":\"El refrán, “no hay quinto malo”, en una tarde de toros, hace referencia al quinto astado, cuya lidia debería prometer una gran faena. Ello, en parte, obedece a que, antiguamente, en las fiestas taurinas españolas eran los propietarios de los toros quienes determinaban el orden de la lidia, dejándose a los mejores ejemplares para el final. Si bien es cierto que, en la actualidad, el orden de la lidia es aleatorio, este refrán sigue vigente en tanto y en cuanto se haga referencia, mediante su uso anchuroso, a que lo mejor de algo puede ocurrir después y no antes.\",\"PeriodicalId\":269893,\"journal\":{\"name\":\"Review of Global Management\",\"volume\":null,\"pages\":null},\"PeriodicalIF\":0.0000,\"publicationDate\":\"2020-08-06\",\"publicationTypes\":\"Journal Article\",\"fieldsOfStudy\":null,\"isOpenAccess\":false,\"openAccessPdf\":\"\",\"citationCount\":\"0\",\"resultStr\":null,\"platform\":\"Semanticscholar\",\"paperid\":null,\"PeriodicalName\":\"Review of Global Management\",\"FirstCategoryId\":\"1085\",\"ListUrlMain\":\"https://doi.org/10.19083/rgm.v5i2.1246\",\"RegionNum\":0,\"RegionCategory\":null,\"ArticlePicture\":[],\"TitleCN\":null,\"AbstractTextCN\":null,\"PMCID\":null,\"EPubDate\":\"\",\"PubModel\":\"\",\"JCR\":\"\",\"JCRName\":\"\",\"Score\":null,\"Total\":0}","platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"Review of Global Management","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://doi.org/10.19083/rgm.v5i2.1246","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"","JCRName":"","Score":null,"Total":0}
El refrán, “no hay quinto malo”, en una tarde de toros, hace referencia al quinto astado, cuya lidia debería prometer una gran faena. Ello, en parte, obedece a que, antiguamente, en las fiestas taurinas españolas eran los propietarios de los toros quienes determinaban el orden de la lidia, dejándose a los mejores ejemplares para el final. Si bien es cierto que, en la actualidad, el orden de la lidia es aleatorio, este refrán sigue vigente en tanto y en cuanto se haga referencia, mediante su uso anchuroso, a que lo mejor de algo puede ocurrir después y no antes.