{"title":"无标题(原子)形式2","authors":"Alex Saum-Pascual","doi":"10.1080/14636204.2023.2187169","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"NOTA DE LA AUTORA Todo el mundo sabe que las cosas tardan en llegar a California. Por eso, algunas veces, en vez de esperar a que algo llegue, aquí terminamos inventándonoslo. Un buen ejemplo de esto ocurrió en el mes de enero del 2020, cuando, ajena a la pandemia que asolaba Europa y Asia, yo comenzaba una residencia de poesía en el Arts Research Center de Berkeley con la promesa de diseñar una serie de poemas digitales interactivos con los que examinar la intersección entre el lenguaje corporativo y el corporal. Construidos a partir de plataformas conocidas, como las encuestas de Google Forms, Survey Monkey, Qualtrics o Zoom, estos poemas reutilizarían el tipo de lenguaje que asociamos con estas tecnologías de recolección de datos para tratar de domesticarlo y, a la par, interrumpir o alterar su proceso de recolección lo suficiente para volverlo inútil para esas mismas plataformas en las que se generaría. Mi intención era, por un lado, explorar la artificialidad de sus lenguajes y, por otro, apuntar a cómo estas plataformas construían y modificaban nuestra realidad física por medio de un proceso de exposición de las variadas infraestructuras digitales que intervienen cada vez que rellenamos una encuesta online o hacemos una videollamada. Sin embargo, aunque tarde, todo llega –incluso a California. Y unos meses después, la pandemia global de la COVID-19 tocó a nuestra puerta obligándonos a encerrarnos en casa para, simultáneamente, abrirle la ventana a una nueva red digital que nos conectaría con otras ventanas virtuales distribuidas por todo el planeta. El confinamiento digital al que, por otra parte, estábamos ya tan habituadas que nos era casi imperceptible, y la relación que nuestros cuerpos ahora mantenían con el lenguaje digital se volvieron, casi de la noche a la mañana, dolorosamente evidentes. Así, me di cuenta de que los poemas digitales en los que yo había estado trabajando para subvertir los objetivos utilitarios de estas tecnologías permitían, también casi instantáneamente, una renovada conciencia acerca de sus capacidades para coleccionar datos en el entorno doméstico y personal de nuestras cuarentenas: conectándonos a cambio de convertirnos en datos que contabilizar. “Untitled (atomic) form 2” es una expresión analógica de las mismas ideas. En vez de crear un poema digital interactivo, esta vez se trata de un poema visual escrito y dibujado a mano siguiendo las convenciones de una encuesta de Google. En vez de lanzarlo como una proyección hacia el futuro sobre la mediación digital en tecnologías de la comunicación, sirve como reflexión de la dimensión material de todo lo que está ya conectado, incluyendo actores humanos y no humanos. Inspirado en el nuevo materialismo cuántico de Karen Barad, que rechaza cualquier posibilidad de exterioridad del ser humano frente al mundo para situarnos siempre de manera relacional en un interior que lo (y nos) coconstituye, y la perspectiva fenomenológica de Sarah Ahmed que habla de la relatividad de toda observación, este poema examina los límites sensuales de la experiencia humana y su discurso al enfatizar los otros límites de la comunicación basada en interfaces (digitales o impresas). También habla de la llegada de la COVID-19 y de cómo yo me invento cosas y seres, pero este es otro tema. El resto de los poemas digitales e interactivos de Corporate Poetry están en http://www.alexsaum.com/corporate-poetry/","PeriodicalId":44289,"journal":{"name":"Journal of Spanish Cultural Studies","volume":"24 1","pages":"113 - 120"},"PeriodicalIF":0.2000,"publicationDate":"2023-01-02","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":"{\"title\":\"Untitled (atomic) form 2\",\"authors\":\"Alex Saum-Pascual\",\"doi\":\"10.1080/14636204.2023.2187169\",\"DOIUrl\":null,\"url\":null,\"abstract\":\"NOTA DE LA AUTORA Todo el mundo sabe que las cosas tardan en llegar a California. Por eso, algunas veces, en vez de esperar a que algo llegue, aquí terminamos inventándonoslo. Un buen ejemplo de esto ocurrió en el mes de enero del 2020, cuando, ajena a la pandemia que asolaba Europa y Asia, yo comenzaba una residencia de poesía en el Arts Research Center de Berkeley con la promesa de diseñar una serie de poemas digitales interactivos con los que examinar la intersección entre el lenguaje corporativo y el corporal. Construidos a partir de plataformas conocidas, como las encuestas de Google Forms, Survey Monkey, Qualtrics o Zoom, estos poemas reutilizarían el tipo de lenguaje que asociamos con estas tecnologías de recolección de datos para tratar de domesticarlo y, a la par, interrumpir o alterar su proceso de recolección lo suficiente para volverlo inútil para esas mismas plataformas en las que se generaría. Mi intención era, por un lado, explorar la artificialidad de sus lenguajes y, por otro, apuntar a cómo estas plataformas construían y modificaban nuestra realidad física por medio de un proceso de exposición de las variadas infraestructuras digitales que intervienen cada vez que rellenamos una encuesta online o hacemos una videollamada. Sin embargo, aunque tarde, todo llega –incluso a California. Y unos meses después, la pandemia global de la COVID-19 tocó a nuestra puerta obligándonos a encerrarnos en casa para, simultáneamente, abrirle la ventana a una nueva red digital que nos conectaría con otras ventanas virtuales distribuidas por todo el planeta. El confinamiento digital al que, por otra parte, estábamos ya tan habituadas que nos era casi imperceptible, y la relación que nuestros cuerpos ahora mantenían con el lenguaje digital se volvieron, casi de la noche a la mañana, dolorosamente evidentes. Así, me di cuenta de que los poemas digitales en los que yo había estado trabajando para subvertir los objetivos utilitarios de estas tecnologías permitían, también casi instantáneamente, una renovada conciencia acerca de sus capacidades para coleccionar datos en el entorno doméstico y personal de nuestras cuarentenas: conectándonos a cambio de convertirnos en datos que contabilizar. “Untitled (atomic) form 2” es una expresión analógica de las mismas ideas. En vez de crear un poema digital interactivo, esta vez se trata de un poema visual escrito y dibujado a mano siguiendo las convenciones de una encuesta de Google. En vez de lanzarlo como una proyección hacia el futuro sobre la mediación digital en tecnologías de la comunicación, sirve como reflexión de la dimensión material de todo lo que está ya conectado, incluyendo actores humanos y no humanos. Inspirado en el nuevo materialismo cuántico de Karen Barad, que rechaza cualquier posibilidad de exterioridad del ser humano frente al mundo para situarnos siempre de manera relacional en un interior que lo (y nos) coconstituye, y la perspectiva fenomenológica de Sarah Ahmed que habla de la relatividad de toda observación, este poema examina los límites sensuales de la experiencia humana y su discurso al enfatizar los otros límites de la comunicación basada en interfaces (digitales o impresas). También habla de la llegada de la COVID-19 y de cómo yo me invento cosas y seres, pero este es otro tema. El resto de los poemas digitales e interactivos de Corporate Poetry están en http://www.alexsaum.com/corporate-poetry/\",\"PeriodicalId\":44289,\"journal\":{\"name\":\"Journal of Spanish Cultural Studies\",\"volume\":\"24 1\",\"pages\":\"113 - 120\"},\"PeriodicalIF\":0.2000,\"publicationDate\":\"2023-01-02\",\"publicationTypes\":\"Journal Article\",\"fieldsOfStudy\":null,\"isOpenAccess\":false,\"openAccessPdf\":\"\",\"citationCount\":\"0\",\"resultStr\":null,\"platform\":\"Semanticscholar\",\"paperid\":null,\"PeriodicalName\":\"Journal of Spanish Cultural Studies\",\"FirstCategoryId\":\"90\",\"ListUrlMain\":\"https://doi.org/10.1080/14636204.2023.2187169\",\"RegionNum\":4,\"RegionCategory\":\"社会学\",\"ArticlePicture\":[],\"TitleCN\":null,\"AbstractTextCN\":null,\"PMCID\":null,\"EPubDate\":\"\",\"PubModel\":\"\",\"JCR\":\"Q4\",\"JCRName\":\"CULTURAL STUDIES\",\"Score\":null,\"Total\":0}","platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"Journal of Spanish Cultural Studies","FirstCategoryId":"90","ListUrlMain":"https://doi.org/10.1080/14636204.2023.2187169","RegionNum":4,"RegionCategory":"社会学","ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"Q4","JCRName":"CULTURAL STUDIES","Score":null,"Total":0}
NOTA DE LA AUTORA Todo el mundo sabe que las cosas tardan en llegar a California. Por eso, algunas veces, en vez de esperar a que algo llegue, aquí terminamos inventándonoslo. Un buen ejemplo de esto ocurrió en el mes de enero del 2020, cuando, ajena a la pandemia que asolaba Europa y Asia, yo comenzaba una residencia de poesía en el Arts Research Center de Berkeley con la promesa de diseñar una serie de poemas digitales interactivos con los que examinar la intersección entre el lenguaje corporativo y el corporal. Construidos a partir de plataformas conocidas, como las encuestas de Google Forms, Survey Monkey, Qualtrics o Zoom, estos poemas reutilizarían el tipo de lenguaje que asociamos con estas tecnologías de recolección de datos para tratar de domesticarlo y, a la par, interrumpir o alterar su proceso de recolección lo suficiente para volverlo inútil para esas mismas plataformas en las que se generaría. Mi intención era, por un lado, explorar la artificialidad de sus lenguajes y, por otro, apuntar a cómo estas plataformas construían y modificaban nuestra realidad física por medio de un proceso de exposición de las variadas infraestructuras digitales que intervienen cada vez que rellenamos una encuesta online o hacemos una videollamada. Sin embargo, aunque tarde, todo llega –incluso a California. Y unos meses después, la pandemia global de la COVID-19 tocó a nuestra puerta obligándonos a encerrarnos en casa para, simultáneamente, abrirle la ventana a una nueva red digital que nos conectaría con otras ventanas virtuales distribuidas por todo el planeta. El confinamiento digital al que, por otra parte, estábamos ya tan habituadas que nos era casi imperceptible, y la relación que nuestros cuerpos ahora mantenían con el lenguaje digital se volvieron, casi de la noche a la mañana, dolorosamente evidentes. Así, me di cuenta de que los poemas digitales en los que yo había estado trabajando para subvertir los objetivos utilitarios de estas tecnologías permitían, también casi instantáneamente, una renovada conciencia acerca de sus capacidades para coleccionar datos en el entorno doméstico y personal de nuestras cuarentenas: conectándonos a cambio de convertirnos en datos que contabilizar. “Untitled (atomic) form 2” es una expresión analógica de las mismas ideas. En vez de crear un poema digital interactivo, esta vez se trata de un poema visual escrito y dibujado a mano siguiendo las convenciones de una encuesta de Google. En vez de lanzarlo como una proyección hacia el futuro sobre la mediación digital en tecnologías de la comunicación, sirve como reflexión de la dimensión material de todo lo que está ya conectado, incluyendo actores humanos y no humanos. Inspirado en el nuevo materialismo cuántico de Karen Barad, que rechaza cualquier posibilidad de exterioridad del ser humano frente al mundo para situarnos siempre de manera relacional en un interior que lo (y nos) coconstituye, y la perspectiva fenomenológica de Sarah Ahmed que habla de la relatividad de toda observación, este poema examina los límites sensuales de la experiencia humana y su discurso al enfatizar los otros límites de la comunicación basada en interfaces (digitales o impresas). También habla de la llegada de la COVID-19 y de cómo yo me invento cosas y seres, pero este es otro tema. El resto de los poemas digitales e interactivos de Corporate Poetry están en http://www.alexsaum.com/corporate-poetry/