{"title":"Anafilaxia en urgencias","authors":"G. Pouessel , E. Beaudouin","doi":"10.1016/S1245-1789(21)45221-2","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"<div><p>La anafilaxia es una urgencia médica cada vez más frecuente, en particular en el niño y por causas alimentarias. Las principales etiologías de anafilaxia son los alimentos (en especial el cacahuete, los frutos secos y las leches de mamíferos) en el niño y, en el adulto, los venenos de himenópteros y los medicamentos. Sin embargo, la mortalidad por anafilaxia es rara. Según todas las recomendaciones científicas, la adrenalina administrada por vía intramuscular en todas las situaciones excepto la urgencia perioperatoria es el tratamiento de primera línea de la anafilaxia. La inyección debe administrarse ante los primeros signos de anafilaxia, en la parte media de la cara anteroexterna del muslo. Los autoinyectores de adrenalina permiten una administración segura, para todos, incluido el personal sanitario, en el contexto de la urgencia. Los demás tratamientos (antihistamínicos, broncodilatadores inhalados, etc.) son de segunda e incluso de tercera línea. Los corticoides no han demostrado su interés en el tratamiento de la anafilaxia. La vigilancia en medio hospitalario con una monitorización estrecha es, como mínimo, de 6-8 horas en caso de resolución rápida de los signos; sin embargo, debe prolongarse durante 24 horas en caso de afectación respiratoria o cardiovascular inicial más grave. Las reacciones bifásicas o refractarias a la adrenalina son raras. Después de la fase de tratamiento médico agudo, el control de un paciente con una anafilaxia en urgencias implica también la prescripción de un botiquín de emergencia con autoinyectores de adrenalina y unas instrucciones de uso, de acuerdo con las recomendaciones, una educación terapéutica mínima con la manipulación de dispositivos facticios y la orientación hacia una consulta de alergología, idealmente con un plan de seguimiento organizado.</p></div>","PeriodicalId":72894,"journal":{"name":"EMC. Pediatria","volume":"56 2","pages":"Pages 1-9"},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2021-06-01","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":null,"platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"EMC. Pediatria","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1245178921452212","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"","JCRName":"","Score":null,"Total":0}
引用次数: 0
Abstract
La anafilaxia es una urgencia médica cada vez más frecuente, en particular en el niño y por causas alimentarias. Las principales etiologías de anafilaxia son los alimentos (en especial el cacahuete, los frutos secos y las leches de mamíferos) en el niño y, en el adulto, los venenos de himenópteros y los medicamentos. Sin embargo, la mortalidad por anafilaxia es rara. Según todas las recomendaciones científicas, la adrenalina administrada por vía intramuscular en todas las situaciones excepto la urgencia perioperatoria es el tratamiento de primera línea de la anafilaxia. La inyección debe administrarse ante los primeros signos de anafilaxia, en la parte media de la cara anteroexterna del muslo. Los autoinyectores de adrenalina permiten una administración segura, para todos, incluido el personal sanitario, en el contexto de la urgencia. Los demás tratamientos (antihistamínicos, broncodilatadores inhalados, etc.) son de segunda e incluso de tercera línea. Los corticoides no han demostrado su interés en el tratamiento de la anafilaxia. La vigilancia en medio hospitalario con una monitorización estrecha es, como mínimo, de 6-8 horas en caso de resolución rápida de los signos; sin embargo, debe prolongarse durante 24 horas en caso de afectación respiratoria o cardiovascular inicial más grave. Las reacciones bifásicas o refractarias a la adrenalina son raras. Después de la fase de tratamiento médico agudo, el control de un paciente con una anafilaxia en urgencias implica también la prescripción de un botiquín de emergencia con autoinyectores de adrenalina y unas instrucciones de uso, de acuerdo con las recomendaciones, una educación terapéutica mínima con la manipulación de dispositivos facticios y la orientación hacia una consulta de alergología, idealmente con un plan de seguimiento organizado.