{"title":"De los insecticidas al control biológico de plagas en caña de azúcar: una experiencia de medio siglo en Venezuela","authors":"Francisco Ferrer, Jorge Salas","doi":"10.15359/rca.58-1.1","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"El control biológico en caña de azúcar en Venezuela se ha logrado establecer como una medida única, con resultados óptimos del uso de parasitoides y entomopatógenos para el control de los taladradores del género Diatraea, y, posteriormente, de la candelilla Aeneolamia spp., ambas plagas claves del cultivo. Para los taladradores, se logró después de liberaciones sistemáticas de la mosca amazónica Lydella minense desde un inicio, a mediados del siglo XX y luego con el establecimiento de la avispa bracónida Cotesia flavipes, a partir de 1987. Para el control biológico de Aeneolamia varia, plaga que implicaba la aplicación frecuente de insecticidas, después de la introducción del uso del hongo entomopatógeno Metarhizium anisopliae desde 1977, se ha establecido como medida eficiente para el control de sus adultos, aunque las ninfas eran menos controladas. Este aspecto se resolvió mediante la introducción del nematodo entomopatógeno Heterorhabditis bacteriophora en 2004, el cual se viene utilizando en forma general, y prácticamente ya se tienen las medidas biológicas para evitar la aplicación de insecticidas. Como ejemplo se tiene a la Azucarera Río Turbio, aunque en las últimas zafras ha tenido una reducción en sus áreas, por diferentes factores.Durante los últimos 58 años, la infestación de Diatraea muestra una reducción de 15 a 3.18 %, con lo cual se salvan 170 552.62 toneladas métricas (TM), con un valor de US$ 49 196 045 y un costo del control biológico de US$ 1 187 189 lo que se traduce en un beneficio-costo de US$ 41.44. Antes del establecimiento del control biológico, Aeneolamia se controlaba exclusivamente con insecticidas químicos, aplicados al follaje para los adultos y al suelo para las ninfas. Simultáneamente desde entonces, se ha utilizado el hongo M. anisopliae producido por empresas nacionales, hasta cubrir 87 000 ha, entre 1986 y 1990. También, desde 2004 se inició la utilización de nematodos entomopatógenos para el control de ninfas de Aeneolamia.","PeriodicalId":53339,"journal":{"name":"Ciencias Ambientales","volume":"30 1","pages":"0"},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2023-09-12","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":null,"platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"Ciencias Ambientales","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://doi.org/10.15359/rca.58-1.1","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"","JCRName":"","Score":null,"Total":0}
引用次数: 0
Abstract
El control biológico en caña de azúcar en Venezuela se ha logrado establecer como una medida única, con resultados óptimos del uso de parasitoides y entomopatógenos para el control de los taladradores del género Diatraea, y, posteriormente, de la candelilla Aeneolamia spp., ambas plagas claves del cultivo. Para los taladradores, se logró después de liberaciones sistemáticas de la mosca amazónica Lydella minense desde un inicio, a mediados del siglo XX y luego con el establecimiento de la avispa bracónida Cotesia flavipes, a partir de 1987. Para el control biológico de Aeneolamia varia, plaga que implicaba la aplicación frecuente de insecticidas, después de la introducción del uso del hongo entomopatógeno Metarhizium anisopliae desde 1977, se ha establecido como medida eficiente para el control de sus adultos, aunque las ninfas eran menos controladas. Este aspecto se resolvió mediante la introducción del nematodo entomopatógeno Heterorhabditis bacteriophora en 2004, el cual se viene utilizando en forma general, y prácticamente ya se tienen las medidas biológicas para evitar la aplicación de insecticidas. Como ejemplo se tiene a la Azucarera Río Turbio, aunque en las últimas zafras ha tenido una reducción en sus áreas, por diferentes factores.Durante los últimos 58 años, la infestación de Diatraea muestra una reducción de 15 a 3.18 %, con lo cual se salvan 170 552.62 toneladas métricas (TM), con un valor de US$ 49 196 045 y un costo del control biológico de US$ 1 187 189 lo que se traduce en un beneficio-costo de US$ 41.44. Antes del establecimiento del control biológico, Aeneolamia se controlaba exclusivamente con insecticidas químicos, aplicados al follaje para los adultos y al suelo para las ninfas. Simultáneamente desde entonces, se ha utilizado el hongo M. anisopliae producido por empresas nacionales, hasta cubrir 87 000 ha, entre 1986 y 1990. También, desde 2004 se inició la utilización de nematodos entomopatógenos para el control de ninfas de Aeneolamia.