{"title":"János Priwitzer (c.1590-c.1665): migración, pintura y diplomacia","authors":"Ekain Cagigal Montalbán","doi":"10.5209/anha.72182","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"János Priwitzer fue un pintor barroco de origen eslovaco (Reino de Hungría), que emigró a tierras inglesas, donde encontró su lugar como retratista de la corte y de la aristocracia británica, bajo la impronta de la Anglo-Netherlandish School. En este círculo entroncó fuertemente con la embajada española de la de la época, particularmente con dos de sus diplomáticos, el conde de Gondomar –a quien retrató– y Virgilio Malvezzi, para quienes pudo trabajar también como agente. La Guerra Civil inglesa le obligó a huir forzosamente por su condición de católico, en plena efervescencia protestante. Tras un breve paso por Irlanda, llegó a España como víctima del corsarismo dunkerqués. Acabó sus días establecido en Bilbao, con una doble ocupación: la enseñanza de la pintura y la diplomacia mercantil del activo puerto vizcaíno. En resumen, una intensa trayectoria vital llena de azares, que destiló una personalidad artística, aún por completar.","PeriodicalId":53993,"journal":{"name":"Anales de Historia del Arte","volume":" ","pages":""},"PeriodicalIF":0.2000,"publicationDate":"2020-11-26","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":null,"platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"Anales de Historia del Arte","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://doi.org/10.5209/anha.72182","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"0","JCRName":"ART","Score":null,"Total":0}
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Abstract
János Priwitzer fue un pintor barroco de origen eslovaco (Reino de Hungría), que emigró a tierras inglesas, donde encontró su lugar como retratista de la corte y de la aristocracia británica, bajo la impronta de la Anglo-Netherlandish School. En este círculo entroncó fuertemente con la embajada española de la de la época, particularmente con dos de sus diplomáticos, el conde de Gondomar –a quien retrató– y Virgilio Malvezzi, para quienes pudo trabajar también como agente. La Guerra Civil inglesa le obligó a huir forzosamente por su condición de católico, en plena efervescencia protestante. Tras un breve paso por Irlanda, llegó a España como víctima del corsarismo dunkerqués. Acabó sus días establecido en Bilbao, con una doble ocupación: la enseñanza de la pintura y la diplomacia mercantil del activo puerto vizcaíno. En resumen, una intensa trayectoria vital llena de azares, que destiló una personalidad artística, aún por completar.