M. Couderc (Praticien hospitalier), A. Tournadre (Professeur des Universités, praticien hospitalier), M. Soubrier (Professeur des Universités, praticien hospitalier), J.-J. Dubost (Praticien hospitalier)
{"title":"Patología de la columna vertebral: espondilodiscitis infecciosa no tuberculosa","authors":"M. Couderc (Praticien hospitalier), A. Tournadre (Professeur des Universités, praticien hospitalier), M. Soubrier (Professeur des Universités, praticien hospitalier), J.-J. Dubost (Praticien hospitalier)","doi":"10.1016/S1286-935X(22)46099-0","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"<div><p>La espondilodiscitis es una infección del disco y los platillos vertebrales adyacentes, como resultado de una diseminación hematógena o, más raramente, de una inoculación directa a través de un procedimiento local (punción, infiltración) o de cirugía discal. Los gérmenes implicados son diversos: estafilococos (50%), pero también bacilos gramnegativos y estreptococos. La puerta de entrada es a menudo genitourinaria o cutánea. Se observa a cualquier edad, pero sobre todo a partir de los 60 años, y se ve favorecida por la diabetes y la inmunosupresión. Se traduce en raquialgias inflamatorias, a veces con radiculalgia y un síndrome infeccioso a menudo atenuado. La elevación de la proteína C-reactiva tiene un alto valor de alerta. Si las radiografías no son demostrativas, se requiere con urgencia una resonancia magnética, que es muy sensible y específica. Cuando los hemocultivos son negativos, la punción-biopsia discovertebral es indispensable para identificar el germen y debe realizarse, si es posible, antes de todo tratamiento antibiótico. La evolución es favorable con un tratamiento antibiótico adecuado e inmovilización (reposo en cama y, a continuación, ortesis de inmovilización). El déficit neurológico y la deformidad raquídea son habitualmente consecuencia del retraso diagnóstico y requieren a veces una intervención quirúrgica.</p></div>","PeriodicalId":100412,"journal":{"name":"EMC - Aparato Locomotor","volume":"55 1","pages":"Pages 1-15"},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2022-03-01","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":null,"platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"EMC - Aparato Locomotor","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1286935X22460990","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"","JCRName":"","Score":null,"Total":0}
引用次数: 0
Abstract
La espondilodiscitis es una infección del disco y los platillos vertebrales adyacentes, como resultado de una diseminación hematógena o, más raramente, de una inoculación directa a través de un procedimiento local (punción, infiltración) o de cirugía discal. Los gérmenes implicados son diversos: estafilococos (50%), pero también bacilos gramnegativos y estreptococos. La puerta de entrada es a menudo genitourinaria o cutánea. Se observa a cualquier edad, pero sobre todo a partir de los 60 años, y se ve favorecida por la diabetes y la inmunosupresión. Se traduce en raquialgias inflamatorias, a veces con radiculalgia y un síndrome infeccioso a menudo atenuado. La elevación de la proteína C-reactiva tiene un alto valor de alerta. Si las radiografías no son demostrativas, se requiere con urgencia una resonancia magnética, que es muy sensible y específica. Cuando los hemocultivos son negativos, la punción-biopsia discovertebral es indispensable para identificar el germen y debe realizarse, si es posible, antes de todo tratamiento antibiótico. La evolución es favorable con un tratamiento antibiótico adecuado e inmovilización (reposo en cama y, a continuación, ortesis de inmovilización). El déficit neurológico y la deformidad raquídea son habitualmente consecuencia del retraso diagnóstico y requieren a veces una intervención quirúrgica.