Competencia Virtuosa: Todos Estamos Llamados a Ser Santos (Virtuous Competition: We Are All Called To Be Holy)

Abstract

Abstract en Español: Este trabajo intenta dar orden a ciertas ideas e inquietudes relacionadas con la Doctrina Social de la Iglesia y el derecho de la competencia. Resaltando la vida ejemplar de Enrique Shaw, un empresario laico argentino que está en proceso de canonización y cuyo testimonio debe interpelarnos, y siguiendo por hacer algunas aclaraciones previas sobre las ideas del Papa Francisco en materia económica, nos adentramos en el análisis de los principios e ideas de la Doctrina Social de la Iglesia. En particular, revisamos algunos pasajes de ciertas encíclicas de los Santos Padres que tratan temas relacionados con la economía, la competencia, y cuestiones relacionadas, para luego resaltar algunas enseñanzas de Jesús a través de sus parábolas en el Evangelio. Como conclusión, consideramos que los principios y enseñanzas de la Iglesia pueden servir mucho para inspirar e influir el ejercicio de una competencia libre y virtuosa. El objetivo no es cubrir todas nuestras inquietudes, sino ser un puntapié inicial de algo que pueda ser profundizado, criticado, debatido o mejorado por otros, de no ser por uno mismo, para que entre todos podamos aportar al enriquecimiento mutuo de ideas y al bien común.

English Abstract: This work tries to give order to certain ideas and concerns related to the Social Doctrine of the Church and competition law. Highlighting the exemplary life of Enrique Shaw, an Argentine businessman who is in the process of canonization and whose testimony should challenge us, and following some preliminary clarifications about the ideas of Pope Francis in economic matters, we enter into the analysis of the principles and ideas of the Social Doctrine of the Church. In particular, we review some passages from certain encyclical letters of the Holy Fathers that deal with issues related to the economy, competition, and connected matters, and then highlight some teachings of Jesus through his parables in the Gospel. In conclusion, we believe that the principles and teachings of the Church can serve much to inspire and influence the exercise of free and virtuous competition. The objective is not to cover all our concerns, but to be a starting point for something that can be deepened, criticized, debated or improved by others, if not for oneself, so that together we can contribute to the mutual enrichment of ideas and good common.