A.D. Nakoulima (Pédiatre spécialiste des Hôpitaux des Armées) , L.D. Zomahoun (Médecin épidémiologiste) , M.W. Guèye (Pharmacien biologiste spécialiste des Hôpitaux des Armées) , M. Diop (Infectiologue spécialiste des Hôpitaux des Armées) , K.M. Ba Fall (Interniste infectiologue, Professeure agrégée du Val-de-Grâce, ancienne cheffe du service de maladies infectieuses et tropicales à l’Hôpital principal de Dakar, consultante indépendante) , I.S. Fall médecin MD, PhD, FFPH [UK] (épidémiologiste et expert en santé mondiale, sous-directeur général de l’OMS chargé des interventions dans les situations d’urgence)
{"title":"Poliomielitis","authors":"A.D. Nakoulima (Pédiatre spécialiste des Hôpitaux des Armées) , L.D. Zomahoun (Médecin épidémiologiste) , M.W. Guèye (Pharmacien biologiste spécialiste des Hôpitaux des Armées) , M. Diop (Infectiologue spécialiste des Hôpitaux des Armées) , K.M. Ba Fall (Interniste infectiologue, Professeure agrégée du Val-de-Grâce, ancienne cheffe du service de maladies infectieuses et tropicales à l’Hôpital principal de Dakar, consultante indépendante) , I.S. Fall médecin MD, PhD, FFPH [UK] (épidémiologiste et expert en santé mondiale, sous-directeur général de l’OMS chargé des interventions dans les situations d’urgence)","doi":"10.1016/S1245-1789(23)48525-3","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"<div><p>La poliomielitis es una enfermedad infecciosa contagiosa cuya gravedad reside en las secuelas neuromotoras invalidantes y permanentes que provoca. Desde 1988, la comunidad científica médica alimenta la ambición de erradicarla. El ejemplo de la viruela, que se erradicó de forma oficial en 1980, es la prueba de que se trata de algo más que un deseo. El objetivo estaba en vías de cumplirse, ya que en 2016 no se había detectado ningún caso de poliomielitis y la epidemia se limitaba a tres países: Afganistán, Nigeria y Pakistán. Un obstáculo importante para este objetivo ha sido la aparición de cepas mutantes de poliovirus, derivadas de la vacuna oral, que han sido fuente de epidemias en algunas regiones no endémicas: el caso de poliomielitis aguda diagnosticada en una persona no vacunada en junio de 2022 en Nueva York es una ilustración perfecta. La pandemia de COVID-19 (enfermedad infecciosa por coronavirus aparecida en 2019) ha tenido un considerable impacto negativo en el programa mundial de erradicación de la poliomielitis. La pandemia provocó la suspensión de las actividades de inmunización sistemática, lo que dio lugar a un aumento de enfermedades infecciosas transmisibles prevenibles mediante vacunación, incluida la poliomielitis. Además, la urgente necesidad de una vacuna en la lucha contra el COVID-19 ha dado lugar a un «escepticismo vacunal» que no es nuevo. Este concepto se ha visto alimentado por teorías conspirativas que se propagan con rapidez a través de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. El rechazo a la vacuna observado entre los padres de niños en edad de vacunación ha sido un factor de resurgimiento de la poliomielitis, sobre todo en los países donde sigue siendo endemoepidémica. Las demás consecuencias de la pandemia de SARS-CoV-2 (coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave), en particular el confinamiento, la menor frecuentación de los centros sanitarios y las limitaciones socioeconómicas, también podrían ser factores que contribuyan al descenso de las tasas de cobertura de la vacunación antipoliomielítica. La alerta epidemiológica con la aparición de un nuevo caso de poliomielitis aguda en una persona no vacunada en Estados Unidos en el verano de 2022 justifica la puesta en marcha de estrategias para asegurar una buena cobertura de vacunación para toda la población. El desarrollo de una nueva vacuna antipoliomielítica oral con mayor estabilidad y menor grado de mutación genética ofrece un rayo de esperanza y sin duda barrerá las últimas incertidumbres sobre la posibilidad de eliminar de forma radical y definitiva la enfermedad.</p></div>","PeriodicalId":72894,"journal":{"name":"EMC. Pediatria","volume":"58 4","pages":"Pages 1-13"},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2023-11-08","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":null,"platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"EMC. Pediatria","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1245178923485253","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"","JCRName":"","Score":null,"Total":0}
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Abstract
La poliomielitis es una enfermedad infecciosa contagiosa cuya gravedad reside en las secuelas neuromotoras invalidantes y permanentes que provoca. Desde 1988, la comunidad científica médica alimenta la ambición de erradicarla. El ejemplo de la viruela, que se erradicó de forma oficial en 1980, es la prueba de que se trata de algo más que un deseo. El objetivo estaba en vías de cumplirse, ya que en 2016 no se había detectado ningún caso de poliomielitis y la epidemia se limitaba a tres países: Afganistán, Nigeria y Pakistán. Un obstáculo importante para este objetivo ha sido la aparición de cepas mutantes de poliovirus, derivadas de la vacuna oral, que han sido fuente de epidemias en algunas regiones no endémicas: el caso de poliomielitis aguda diagnosticada en una persona no vacunada en junio de 2022 en Nueva York es una ilustración perfecta. La pandemia de COVID-19 (enfermedad infecciosa por coronavirus aparecida en 2019) ha tenido un considerable impacto negativo en el programa mundial de erradicación de la poliomielitis. La pandemia provocó la suspensión de las actividades de inmunización sistemática, lo que dio lugar a un aumento de enfermedades infecciosas transmisibles prevenibles mediante vacunación, incluida la poliomielitis. Además, la urgente necesidad de una vacuna en la lucha contra el COVID-19 ha dado lugar a un «escepticismo vacunal» que no es nuevo. Este concepto se ha visto alimentado por teorías conspirativas que se propagan con rapidez a través de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. El rechazo a la vacuna observado entre los padres de niños en edad de vacunación ha sido un factor de resurgimiento de la poliomielitis, sobre todo en los países donde sigue siendo endemoepidémica. Las demás consecuencias de la pandemia de SARS-CoV-2 (coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave), en particular el confinamiento, la menor frecuentación de los centros sanitarios y las limitaciones socioeconómicas, también podrían ser factores que contribuyan al descenso de las tasas de cobertura de la vacunación antipoliomielítica. La alerta epidemiológica con la aparición de un nuevo caso de poliomielitis aguda en una persona no vacunada en Estados Unidos en el verano de 2022 justifica la puesta en marcha de estrategias para asegurar una buena cobertura de vacunación para toda la población. El desarrollo de una nueva vacuna antipoliomielítica oral con mayor estabilidad y menor grado de mutación genética ofrece un rayo de esperanza y sin duda barrerá las últimas incertidumbres sobre la posibilidad de eliminar de forma radical y definitiva la enfermedad.