Saurabh Mehta, Julia L. Finkelstein, Wafaie W. Fawzi
{"title":"感染艾滋病毒的婴儿妇女的营养干预","authors":"Saurabh Mehta, Julia L. Finkelstein, Wafaie W. Fawzi","doi":"10.1159/000106606","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"El amamantamiento es el patrón de oro internacional de la alimentación del lactante, pues es sabido que reduce el riesgo de morbilidad y mortalidad en menores de un año y fomenta mejoras del crecimiento y el desarrollo de los niños. No obstante, en el contexto del VIH, la lactancia materna incrementa significativamente el riesgo de transmisión de madre a hijo/a (TMAH) del VIH, riesgo que es proporcional a la duración del amamantamiento. En consecuencia, la Organización Mundial de la Salud recomienda evitar el amamantamiento por parte de mujeres infectadas por el VIH cuando la alimentación sustitutiva es aceptable, factible, asequible, sostenible y segura. Desafortunadamente, la adopción de la alimentación con leches para lactantes no es profusa en regiones en vías de desarrollo, como África subsahariana, debido en parte a su elevado coste y en parte al estigma social asociado al hecho de no amamantar. Además, en entornos donde el acceso a condiciones higiénicas adecuadas es limitado, la alimentación con leches para lactantes puede dar lugar a una mayor morbilidad y mortalidad en los menores de un año. En consecuencia, el amamantamiento sigue siendo responsable de una proporción considerable de infecciones pediátricas por VIH en regiones en vías de desarrollo del mundo. Algunos estudios basados en la observación, destinados a examinar el papel del estado nutricional en la transmisión vertical del VIH, hallaron que niveles séricos bajos de vitamina A se asociaban a un mayor riesgo de TMAH. No obstante, en dos ensayos realizados en Malawi y Sudáfrica, respectivamente, la vitamina A careció de efecto significativo sobre la TMAH, mientras que en ensayos realizados en Tanzania y Zimbabwe se comprobó que el aporte complementario de vitamina A a las madres aumentaba significativamente el riesgo de TMAH del VIH. En Tanzania, el aporte complementario de multivitaminas (vitaminas B, C y E) a las madres reducía el riesgo de transmisión del VIH a través del amamantamiento en mujeres afectadas nutricional e inmunológicamente y producía beneficios adicionales sobre la salud, como una menor incidencia de pérdidas fetales y una reducción de la tasa de progresión de la enfermedad materna. En conjunto, no se dispone de datos para respaldar el aporte complementario de vitamina A en madres gestantes infectadas por el VIH. No obstante, el aporte complementario de multivitaminas, incluyendo las vitaminas B, C y E, se recomienda fehacientemente. Está garantizada la realización de investigación adicional para indagar el papel que desempeñan otros nutrientes en la transmisión vertical del VIH a través del amamantamiento y en la salud global materna y del lactante en mujeres lactantes infectadas por el VIH y su descendencia. En entornos donde no son viables las alternativas a la lactancia materna, se recomienda el amamantamiento exclusivo durante seis meses en niños nacidos de madres infectadas por el VIH, conjuntamente con un destete rápido y una alimentación sustitutiva óptima para la salud del lactante.","PeriodicalId":166535,"journal":{"name":"Annales Nestlé (Ed. española)","volume":"116 1","pages":"0"},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2007-11-01","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":"{\"title\":\"Intervenciones nutricionales en mujeres lactantes infectadas por el VIH\",\"authors\":\"Saurabh Mehta, Julia L. 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Intervenciones nutricionales en mujeres lactantes infectadas por el VIH
El amamantamiento es el patrón de oro internacional de la alimentación del lactante, pues es sabido que reduce el riesgo de morbilidad y mortalidad en menores de un año y fomenta mejoras del crecimiento y el desarrollo de los niños. No obstante, en el contexto del VIH, la lactancia materna incrementa significativamente el riesgo de transmisión de madre a hijo/a (TMAH) del VIH, riesgo que es proporcional a la duración del amamantamiento. En consecuencia, la Organización Mundial de la Salud recomienda evitar el amamantamiento por parte de mujeres infectadas por el VIH cuando la alimentación sustitutiva es aceptable, factible, asequible, sostenible y segura. Desafortunadamente, la adopción de la alimentación con leches para lactantes no es profusa en regiones en vías de desarrollo, como África subsahariana, debido en parte a su elevado coste y en parte al estigma social asociado al hecho de no amamantar. Además, en entornos donde el acceso a condiciones higiénicas adecuadas es limitado, la alimentación con leches para lactantes puede dar lugar a una mayor morbilidad y mortalidad en los menores de un año. En consecuencia, el amamantamiento sigue siendo responsable de una proporción considerable de infecciones pediátricas por VIH en regiones en vías de desarrollo del mundo. Algunos estudios basados en la observación, destinados a examinar el papel del estado nutricional en la transmisión vertical del VIH, hallaron que niveles séricos bajos de vitamina A se asociaban a un mayor riesgo de TMAH. No obstante, en dos ensayos realizados en Malawi y Sudáfrica, respectivamente, la vitamina A careció de efecto significativo sobre la TMAH, mientras que en ensayos realizados en Tanzania y Zimbabwe se comprobó que el aporte complementario de vitamina A a las madres aumentaba significativamente el riesgo de TMAH del VIH. En Tanzania, el aporte complementario de multivitaminas (vitaminas B, C y E) a las madres reducía el riesgo de transmisión del VIH a través del amamantamiento en mujeres afectadas nutricional e inmunológicamente y producía beneficios adicionales sobre la salud, como una menor incidencia de pérdidas fetales y una reducción de la tasa de progresión de la enfermedad materna. En conjunto, no se dispone de datos para respaldar el aporte complementario de vitamina A en madres gestantes infectadas por el VIH. No obstante, el aporte complementario de multivitaminas, incluyendo las vitaminas B, C y E, se recomienda fehacientemente. Está garantizada la realización de investigación adicional para indagar el papel que desempeñan otros nutrientes en la transmisión vertical del VIH a través del amamantamiento y en la salud global materna y del lactante en mujeres lactantes infectadas por el VIH y su descendencia. En entornos donde no son viables las alternativas a la lactancia materna, se recomienda el amamantamiento exclusivo durante seis meses en niños nacidos de madres infectadas por el VIH, conjuntamente con un destete rápido y una alimentación sustitutiva óptima para la salud del lactante.