{"title":"Dieta, microbiota y autismo","authors":"Ernesto Reaño","doi":"10.36955/riulcb.2023v10n2.002","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"La nutrición es un elemento fundamental en las personas autistas pero no diferente de lo que puede ser para la población en general. Perspectivas poco científicas, sugieren que un tipo de dieta especial “recuperará” a la persona del autismo o que interviniendo sobre su microbiota se disminuirán sus características. Esto tiene su origen en posturas “biomédicas” que nacieron de fraudes (como el de Wakefield y las vacunas) o de creencias derivadas de ellos. En la actualidad sabemos que el autismo no es una enfermedad sino una condición de vida asociada a un neurodesarrollo atípico. Por ello, no existe una cura, aunque sí intervenciones y ajustes en el entorno que pueden mejorar la calidad de vida para aquellas personas autistas que se encuentren en stuación de discapacidad.Seguir tratamientos alimentarios que no hayan sido probados pueden generar déficits que afecten el crecimiento y la salud de la persona autista. Esto no quiere decir que no haya problemas gastrointesinales que coocurran con el autismo. Sin embargo, dichos problemas deben ser tratados de forma independiente y en ningún caso como los que provocan el autismo. Esto no sólo no tiene evidencia sino que desvían el foco de atención, sobre todo en autistas no hablantes que no pueden comunicar muchas veces, de modo efectivo, sus dolencias.","PeriodicalId":308355,"journal":{"name":"Revista de Investigaciones de la Universidad Le Cordon Bleu","volume":"48 1","pages":"0"},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2023-08-24","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":null,"platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"Revista de Investigaciones de la Universidad Le Cordon Bleu","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://doi.org/10.36955/riulcb.2023v10n2.002","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"","JCRName":"","Score":null,"Total":0}
La nutrición es un elemento fundamental en las personas autistas pero no diferente de lo que puede ser para la población en general. Perspectivas poco científicas, sugieren que un tipo de dieta especial “recuperará” a la persona del autismo o que interviniendo sobre su microbiota se disminuirán sus características. Esto tiene su origen en posturas “biomédicas” que nacieron de fraudes (como el de Wakefield y las vacunas) o de creencias derivadas de ellos. En la actualidad sabemos que el autismo no es una enfermedad sino una condición de vida asociada a un neurodesarrollo atípico. Por ello, no existe una cura, aunque sí intervenciones y ajustes en el entorno que pueden mejorar la calidad de vida para aquellas personas autistas que se encuentren en stuación de discapacidad.Seguir tratamientos alimentarios que no hayan sido probados pueden generar déficits que afecten el crecimiento y la salud de la persona autista. Esto no quiere decir que no haya problemas gastrointesinales que coocurran con el autismo. Sin embargo, dichos problemas deben ser tratados de forma independiente y en ningún caso como los que provocan el autismo. Esto no sólo no tiene evidencia sino que desvían el foco de atención, sobre todo en autistas no hablantes que no pueden comunicar muchas veces, de modo efectivo, sus dolencias.