{"title":"婴儿髓母细胞瘤的治疗","authors":"Diego San Martín García, Carlos Bennett Colomer","doi":"10.36593/revchilneurocir.v49i1.376","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"El meduloblastoma es el tumor cerebral maligno más común de la infancia. El tratamiento convencional del meduloblastoma involucra resección máxima segura, quimioterapia y radiación craneoespinal en niños mayores de 3 años. En menores de 3 años, los efectos de la radioterapia de neuroeje son prohibitivos en cuanto al desarrollo de trastornos neurocognitivos, por lo que habitualmente es omitida en este grupo etario. La omisión de radioterapia se asocia a un peor pronóstico oncológico, mayores tasas de recidiva local y a distancia. Esto ha motivado a explorar múltiples alternativas de tratamiento en este grupo etario. Planteamos un estudio retrospectivo en el cual analizamos pacientes de 0 a 4 años diagnosticados de meduloblastoma tratados en nuestro centro desde 2000 a 2022. Once casos, 5 menores de 3 años. Obtuvimos una sobrevida global a 1 año del 72,7%, a 3 años del 27,2% y a 5 años del 27,2%. La mediana de sobrevida de los pacientes de 3 años o menores fue de 13 meses. La mediana de sobrevida de los mayores de 3 años fue de 32,5 meses. La mediana de sobrevida en pacientes que recibieron radioterapia, independiente del grupo etario, fue de 50,5 meses. Los resultados obtenidos siguiendo el protocolo PINDA, ha entregado resultados similares a los publicados en el protocolo Baby Pog, lo que a la luz de las publicaciones más modernas entrega tasas de sobrevida que parecen ser insuficientes, lo que desafía a incorporar nuevas estrategias de tratamiento más específicas para cada caso.","PeriodicalId":438438,"journal":{"name":"Revista Chilena de Neurocirugía","volume":"122 1","pages":"0"},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2023-08-25","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":"{\"title\":\"Tratamiento de meduloblastomas en infantes\",\"authors\":\"Diego San Martín García, Carlos Bennett Colomer\",\"doi\":\"10.36593/revchilneurocir.v49i1.376\",\"DOIUrl\":null,\"url\":null,\"abstract\":\"El meduloblastoma es el tumor cerebral maligno más común de la infancia. El tratamiento convencional del meduloblastoma involucra resección máxima segura, quimioterapia y radiación craneoespinal en niños mayores de 3 años. En menores de 3 años, los efectos de la radioterapia de neuroeje son prohibitivos en cuanto al desarrollo de trastornos neurocognitivos, por lo que habitualmente es omitida en este grupo etario. La omisión de radioterapia se asocia a un peor pronóstico oncológico, mayores tasas de recidiva local y a distancia. Esto ha motivado a explorar múltiples alternativas de tratamiento en este grupo etario. Planteamos un estudio retrospectivo en el cual analizamos pacientes de 0 a 4 años diagnosticados de meduloblastoma tratados en nuestro centro desde 2000 a 2022. Once casos, 5 menores de 3 años. Obtuvimos una sobrevida global a 1 año del 72,7%, a 3 años del 27,2% y a 5 años del 27,2%. La mediana de sobrevida de los pacientes de 3 años o menores fue de 13 meses. La mediana de sobrevida de los mayores de 3 años fue de 32,5 meses. La mediana de sobrevida en pacientes que recibieron radioterapia, independiente del grupo etario, fue de 50,5 meses. Los resultados obtenidos siguiendo el protocolo PINDA, ha entregado resultados similares a los publicados en el protocolo Baby Pog, lo que a la luz de las publicaciones más modernas entrega tasas de sobrevida que parecen ser insuficientes, lo que desafía a incorporar nuevas estrategias de tratamiento más específicas para cada caso.\",\"PeriodicalId\":438438,\"journal\":{\"name\":\"Revista Chilena de Neurocirugía\",\"volume\":\"122 1\",\"pages\":\"0\"},\"PeriodicalIF\":0.0000,\"publicationDate\":\"2023-08-25\",\"publicationTypes\":\"Journal Article\",\"fieldsOfStudy\":null,\"isOpenAccess\":false,\"openAccessPdf\":\"\",\"citationCount\":\"0\",\"resultStr\":null,\"platform\":\"Semanticscholar\",\"paperid\":null,\"PeriodicalName\":\"Revista Chilena de Neurocirugía\",\"FirstCategoryId\":\"1085\",\"ListUrlMain\":\"https://doi.org/10.36593/revchilneurocir.v49i1.376\",\"RegionNum\":0,\"RegionCategory\":null,\"ArticlePicture\":[],\"TitleCN\":null,\"AbstractTextCN\":null,\"PMCID\":null,\"EPubDate\":\"\",\"PubModel\":\"\",\"JCR\":\"\",\"JCRName\":\"\",\"Score\":null,\"Total\":0}","platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"Revista Chilena de Neurocirugía","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://doi.org/10.36593/revchilneurocir.v49i1.376","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"","JCRName":"","Score":null,"Total":0}
El meduloblastoma es el tumor cerebral maligno más común de la infancia. El tratamiento convencional del meduloblastoma involucra resección máxima segura, quimioterapia y radiación craneoespinal en niños mayores de 3 años. En menores de 3 años, los efectos de la radioterapia de neuroeje son prohibitivos en cuanto al desarrollo de trastornos neurocognitivos, por lo que habitualmente es omitida en este grupo etario. La omisión de radioterapia se asocia a un peor pronóstico oncológico, mayores tasas de recidiva local y a distancia. Esto ha motivado a explorar múltiples alternativas de tratamiento en este grupo etario. Planteamos un estudio retrospectivo en el cual analizamos pacientes de 0 a 4 años diagnosticados de meduloblastoma tratados en nuestro centro desde 2000 a 2022. Once casos, 5 menores de 3 años. Obtuvimos una sobrevida global a 1 año del 72,7%, a 3 años del 27,2% y a 5 años del 27,2%. La mediana de sobrevida de los pacientes de 3 años o menores fue de 13 meses. La mediana de sobrevida de los mayores de 3 años fue de 32,5 meses. La mediana de sobrevida en pacientes que recibieron radioterapia, independiente del grupo etario, fue de 50,5 meses. Los resultados obtenidos siguiendo el protocolo PINDA, ha entregado resultados similares a los publicados en el protocolo Baby Pog, lo que a la luz de las publicaciones más modernas entrega tasas de sobrevida que parecen ser insuficientes, lo que desafía a incorporar nuevas estrategias de tratamiento más específicas para cada caso.