{"title":"儿童运动营养:满足生长和运动的代谢需求","authors":"C. L. Zanker","doi":"10.1159/000094909","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"Los objetivos fundamentales de la infancia son el crecimiento y la maduración óptimos. Estos procesos relacionados con el desarrollo exigen un balance energético y nitrogenado positivo. Aunque la actividad física regular puede intensificar el desarrollo en la infancia, un entrenamiento físico extenuante puede reducir las reservas de energía y nitrógeno del organismo que, entonces, deberán reemplazarse a través de la alimentación. Los adolescentes físicamente activos son propensos a trastornos del comer, que pueden dar lugar a una malnutrición proteico-energética. Entre las consecuencias de un balance energético y nitrogenado negativos, destacan el retraso o la detención del crecimiento y la maduración puberal retardada. Actualmente las pruebas disponibles son insuficientes para asegurar que el entrenamiento físico ejerce un impacto negativo directo sobre el crecimiento y la maduración. Una alimentación bien equilibrada es esencial para el mantenimiento del rendimiento físico y la conservación del estado de salud en todos los individuos físicamente activos, independientemente de su edad. Los alimentos proporcionan los elementos químicos necesarios para la producción de energía por medio de la ejercitación de la musculatura esquelética, la reposición después del ejercicio de las reservas de energía y la regeneración del músculo dañado. Las necesidades alimentarias de los niños físicamente activos varían a medida que aumenta el tamaño corporal y progresa la pubertad. El estado de maduración es un determinante importante de las respuestas metabólicas y fisiológicas al ejercicio y, en consecuencia, influyen tanto sobre la capacidad del rendimiento físico como sobre las necesidades alimentarias. Estudios de metabolismo energético en niños dan a entender que, si bien están bien dotados para una actividad aerobia persistente, su capacidad para la actividad anaerobia está limitada debido a su estado de maduración. Es importante destacar que restricciones éticas impiden el tipo de investigación detallada e invasora que ha sido empleada para determinar las necesidades nutricionales en adultos físicamente activos. No obstante, parecería que, lo mismo que estos adultos, los niños físicamente activos presentan mayores demandas alimentarias con respecto a energía, hidratos de carbono, proteínas y agua que sus contrapartes sedentarias. En este artículo se justifican las necesidades nutricionales de niños atletas basándose en las demandas fisiológicas y metabólicas de supervivencia, crecimiento y actividad física.","PeriodicalId":166535,"journal":{"name":"Annales Nestlé (Ed. española)","volume":"34 1","pages":"0"},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2006-09-01","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":"{\"title\":\"Nutrición deportiva en la infancia: Cumplimiento de las demandas metabólicas del crecimiento y el ejercicio\",\"authors\":\"C. L. Zanker\",\"doi\":\"10.1159/000094909\",\"DOIUrl\":null,\"url\":null,\"abstract\":\"Los objetivos fundamentales de la infancia son el crecimiento y la maduración óptimos. Estos procesos relacionados con el desarrollo exigen un balance energético y nitrogenado positivo. Aunque la actividad física regular puede intensificar el desarrollo en la infancia, un entrenamiento físico extenuante puede reducir las reservas de energía y nitrógeno del organismo que, entonces, deberán reemplazarse a través de la alimentación. Los adolescentes físicamente activos son propensos a trastornos del comer, que pueden dar lugar a una malnutrición proteico-energética. Entre las consecuencias de un balance energético y nitrogenado negativos, destacan el retraso o la detención del crecimiento y la maduración puberal retardada. Actualmente las pruebas disponibles son insuficientes para asegurar que el entrenamiento físico ejerce un impacto negativo directo sobre el crecimiento y la maduración. Una alimentación bien equilibrada es esencial para el mantenimiento del rendimiento físico y la conservación del estado de salud en todos los individuos físicamente activos, independientemente de su edad. Los alimentos proporcionan los elementos químicos necesarios para la producción de energía por medio de la ejercitación de la musculatura esquelética, la reposición después del ejercicio de las reservas de energía y la regeneración del músculo dañado. Las necesidades alimentarias de los niños físicamente activos varían a medida que aumenta el tamaño corporal y progresa la pubertad. El estado de maduración es un determinante importante de las respuestas metabólicas y fisiológicas al ejercicio y, en consecuencia, influyen tanto sobre la capacidad del rendimiento físico como sobre las necesidades alimentarias. Estudios de metabolismo energético en niños dan a entender que, si bien están bien dotados para una actividad aerobia persistente, su capacidad para la actividad anaerobia está limitada debido a su estado de maduración. Es importante destacar que restricciones éticas impiden el tipo de investigación detallada e invasora que ha sido empleada para determinar las necesidades nutricionales en adultos físicamente activos. No obstante, parecería que, lo mismo que estos adultos, los niños físicamente activos presentan mayores demandas alimentarias con respecto a energía, hidratos de carbono, proteínas y agua que sus contrapartes sedentarias. En este artículo se justifican las necesidades nutricionales de niños atletas basándose en las demandas fisiológicas y metabólicas de supervivencia, crecimiento y actividad física.\",\"PeriodicalId\":166535,\"journal\":{\"name\":\"Annales Nestlé (Ed. española)\",\"volume\":\"34 1\",\"pages\":\"0\"},\"PeriodicalIF\":0.0000,\"publicationDate\":\"2006-09-01\",\"publicationTypes\":\"Journal Article\",\"fieldsOfStudy\":null,\"isOpenAccess\":false,\"openAccessPdf\":\"\",\"citationCount\":\"0\",\"resultStr\":null,\"platform\":\"Semanticscholar\",\"paperid\":null,\"PeriodicalName\":\"Annales Nestlé (Ed. española)\",\"FirstCategoryId\":\"1085\",\"ListUrlMain\":\"https://doi.org/10.1159/000094909\",\"RegionNum\":0,\"RegionCategory\":null,\"ArticlePicture\":[],\"TitleCN\":null,\"AbstractTextCN\":null,\"PMCID\":null,\"EPubDate\":\"\",\"PubModel\":\"\",\"JCR\":\"\",\"JCRName\":\"\",\"Score\":null,\"Total\":0}","platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"Annales Nestlé (Ed. española)","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://doi.org/10.1159/000094909","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"","JCRName":"","Score":null,"Total":0}
Nutrición deportiva en la infancia: Cumplimiento de las demandas metabólicas del crecimiento y el ejercicio
Los objetivos fundamentales de la infancia son el crecimiento y la maduración óptimos. Estos procesos relacionados con el desarrollo exigen un balance energético y nitrogenado positivo. Aunque la actividad física regular puede intensificar el desarrollo en la infancia, un entrenamiento físico extenuante puede reducir las reservas de energía y nitrógeno del organismo que, entonces, deberán reemplazarse a través de la alimentación. Los adolescentes físicamente activos son propensos a trastornos del comer, que pueden dar lugar a una malnutrición proteico-energética. Entre las consecuencias de un balance energético y nitrogenado negativos, destacan el retraso o la detención del crecimiento y la maduración puberal retardada. Actualmente las pruebas disponibles son insuficientes para asegurar que el entrenamiento físico ejerce un impacto negativo directo sobre el crecimiento y la maduración. Una alimentación bien equilibrada es esencial para el mantenimiento del rendimiento físico y la conservación del estado de salud en todos los individuos físicamente activos, independientemente de su edad. Los alimentos proporcionan los elementos químicos necesarios para la producción de energía por medio de la ejercitación de la musculatura esquelética, la reposición después del ejercicio de las reservas de energía y la regeneración del músculo dañado. Las necesidades alimentarias de los niños físicamente activos varían a medida que aumenta el tamaño corporal y progresa la pubertad. El estado de maduración es un determinante importante de las respuestas metabólicas y fisiológicas al ejercicio y, en consecuencia, influyen tanto sobre la capacidad del rendimiento físico como sobre las necesidades alimentarias. Estudios de metabolismo energético en niños dan a entender que, si bien están bien dotados para una actividad aerobia persistente, su capacidad para la actividad anaerobia está limitada debido a su estado de maduración. Es importante destacar que restricciones éticas impiden el tipo de investigación detallada e invasora que ha sido empleada para determinar las necesidades nutricionales en adultos físicamente activos. No obstante, parecería que, lo mismo que estos adultos, los niños físicamente activos presentan mayores demandas alimentarias con respecto a energía, hidratos de carbono, proteínas y agua que sus contrapartes sedentarias. En este artículo se justifican las necesidades nutricionales de niños atletas basándose en las demandas fisiológicas y metabólicas de supervivencia, crecimiento y actividad física.