{"title":"脱位和骨折-腕关节周围脱位","authors":"M.A. Martín Ferrero","doi":"10.1016/S0482-5985(07)75594-3","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"<div><h3>Introducción</h3><p>Las luxaciones y fracturas-luxaciones perilunares del carpo son lesiones mucho menos frecuentes que las fracturas de radio distal; sin embargo, son unas lesiones graves que puede alterar definitivamente la biomecánica de la muñeca, debido a algunas lesiones irreparables que se producen y a la dificultad de su tratamiento. Lo más importante es hacer un diagnóstico temprano de todas las estructuras afectadas (óseas, cartilaginosas y ligamentosas) y, para ello, además de la radiología convencional de la muñeca, será de gran utilidad la radiografía realizada en tracción continua. Es importante saber que las lesiones óseas no descartan la existencia de lesiones ligamentosas asociadas. La fractura de escafoides se asocia algunas veces a rotura del ligamento escafo-lunar.</p></div><div><h3>Tratamiento</h3><p>Nunca se debe comenzar el tratamiento sin haber clasificado la lesión según los criterios de Larsen et al en los que hay que evaluar: antigüedad, persistencia, etiología, localización anatómica, dirección y tipo o modelo de inestabilidad. Los criterios actuales se inclinan por el tratamiento quirúrgico mediante abordaje dorsal, palmar o doble, según lo requiera la lesión. Las técnicas incluyen sutura o reinserciones ligamentosas, osteosíntesis preferiblemente con tornillo a compresión en el escafoides y agujas de K en el resto de las fracturas. Habrá que utilizar también agujas de K entre los diferentes huesos para que se mantengan las relaciones de reducción anatómica entre ellos en el tiempo en que curan las lesiones ligamentosas (8 a 12 semanas). Sólo unos pocos casos muy especiales de fracturas-luxaciones transescafoperilunares pueden ser susceptibles de hacer tratamiento conservador. La reducción anatómica de estas lesiones no garantiza un resultado final perfecto, aunque los resultados generales publicados en las series más representativas se relacionan directamente con el grado de reducción, mantenida durante el período de consolidación, que se haya conseguido. El resultado clínico suele ser mejor que el radiográfico, aunque en general no se supera el 50% de resultados buenos y excelentes. Las condiciones de la lesión parece que influyen tanto o más en el resultado que el tratamiento realizado.</p></div><div><h3>Conclusiones</h3><p>La inestabilidad carpiana, las pseudoartrosis del escafoides y la artrosis postraumática radiocarpiana e intercarpiana son complicaciones que afectan a más del 50% de los pacientes que han padecido estas lesiones, aunque hayan sido tratados en servicios especializados. Esto quiere decir que se debe seguir investigando en nuevas formas de tratamiento por parte del cirujano ortopédico y del médico rehabilitador.</p></div><div><h3>Introduction</h3><p>Although the incidence of perilunate carpal dislocations and fracture-dislocations is much lower than that of distal radial fractures, their severity is much more significant since they are extremely difficult to treat and they could irreparably alter wrist biomechanics. It is essential to perform an early diagnosis of all involved structures (bone, chondral and ligamentous). For this reason, in addition to conventional films, it is very useful to carry out continuous traction radiographs. One should bear in mind that bone injury does not rule out the existence of associated ligament lesions. Scaphoid fractures are sometimes associated to scapholunate ligament tears.</p></div><div><h3>Treatment</h3><p>Treatment should never be started without having classified the injury according to the criteria laid down by Larsen et al, according to which an assessment must be made of: time of progression, persistence, etiology, anatomical location, direction, and instability type or model. Current practice tends to favor surgical treatment by means of a dorsal, palmar or dual approach, as appropriate. Additional indications include suturing and ligament reattachments and osteosynthesis preferably with compression screws in the scaphoid and K-wires in the remaining fractures. K-wires must also be used between the different bones so that anatomical reduction relations are preserved between as ligamentous injuries heal (8 to 12 weeks). Only very few special trans-scaphoid-lunate fracture dislocations are eligible for nonsurgical treatment. Anatomical reduction of these injuries does not guarantee a perfect final result, but the results published in the most representative series are directly related to the degree of reduction achieved. Clinical results tend to outperform radiological results, but in general good and excellent results evaluated together do not exceed 50% of the total. The characteristics of the lesion seem to have an equal or higher influence on the result, rather than the treatment applied.</p></div><div><h3>Conclusions</h3><p>Carpal instability, scaphoid nonunion and radiocarpal and intercarpal post-traumatic osteoarthritis are complications affecting over 50% of patients who have sustained these lesions, even if they were treated in specialized units. This means that further research is needed as new types of treatment that can be administered both by the orthopedic surgeon and the rehabilitation physician.</p></div>","PeriodicalId":101102,"journal":{"name":"Revista de Ortopedia y Traumatología","volume":null,"pages":null},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2007-09-01","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"https://sci-hub-pdf.com/10.1016/S0482-5985(07)75594-3","citationCount":"3","resultStr":"{\"title\":\"Luxaciones y fracturas-luxaciones perilunares del carpo\",\"authors\":\"M.A. Martín Ferrero\",\"doi\":\"10.1016/S0482-5985(07)75594-3\",\"DOIUrl\":null,\"url\":null,\"abstract\":\"<div><h3>Introducción</h3><p>Las luxaciones y fracturas-luxaciones perilunares del carpo son lesiones mucho menos frecuentes que las fracturas de radio distal; sin embargo, son unas lesiones graves que puede alterar definitivamente la biomecánica de la muñeca, debido a algunas lesiones irreparables que se producen y a la dificultad de su tratamiento. Lo más importante es hacer un diagnóstico temprano de todas las estructuras afectadas (óseas, cartilaginosas y ligamentosas) y, para ello, además de la radiología convencional de la muñeca, será de gran utilidad la radiografía realizada en tracción continua. Es importante saber que las lesiones óseas no descartan la existencia de lesiones ligamentosas asociadas. La fractura de escafoides se asocia algunas veces a rotura del ligamento escafo-lunar.</p></div><div><h3>Tratamiento</h3><p>Nunca se debe comenzar el tratamiento sin haber clasificado la lesión según los criterios de Larsen et al en los que hay que evaluar: antigüedad, persistencia, etiología, localización anatómica, dirección y tipo o modelo de inestabilidad. Los criterios actuales se inclinan por el tratamiento quirúrgico mediante abordaje dorsal, palmar o doble, según lo requiera la lesión. Las técnicas incluyen sutura o reinserciones ligamentosas, osteosíntesis preferiblemente con tornillo a compresión en el escafoides y agujas de K en el resto de las fracturas. Habrá que utilizar también agujas de K entre los diferentes huesos para que se mantengan las relaciones de reducción anatómica entre ellos en el tiempo en que curan las lesiones ligamentosas (8 a 12 semanas). Sólo unos pocos casos muy especiales de fracturas-luxaciones transescafoperilunares pueden ser susceptibles de hacer tratamiento conservador. La reducción anatómica de estas lesiones no garantiza un resultado final perfecto, aunque los resultados generales publicados en las series más representativas se relacionan directamente con el grado de reducción, mantenida durante el período de consolidación, que se haya conseguido. El resultado clínico suele ser mejor que el radiográfico, aunque en general no se supera el 50% de resultados buenos y excelentes. Las condiciones de la lesión parece que influyen tanto o más en el resultado que el tratamiento realizado.</p></div><div><h3>Conclusiones</h3><p>La inestabilidad carpiana, las pseudoartrosis del escafoides y la artrosis postraumática radiocarpiana e intercarpiana son complicaciones que afectan a más del 50% de los pacientes que han padecido estas lesiones, aunque hayan sido tratados en servicios especializados. Esto quiere decir que se debe seguir investigando en nuevas formas de tratamiento por parte del cirujano ortopédico y del médico rehabilitador.</p></div><div><h3>Introduction</h3><p>Although the incidence of perilunate carpal dislocations and fracture-dislocations is much lower than that of distal radial fractures, their severity is much more significant since they are extremely difficult to treat and they could irreparably alter wrist biomechanics. It is essential to perform an early diagnosis of all involved structures (bone, chondral and ligamentous). For this reason, in addition to conventional films, it is very useful to carry out continuous traction radiographs. One should bear in mind that bone injury does not rule out the existence of associated ligament lesions. Scaphoid fractures are sometimes associated to scapholunate ligament tears.</p></div><div><h3>Treatment</h3><p>Treatment should never be started without having classified the injury according to the criteria laid down by Larsen et al, according to which an assessment must be made of: time of progression, persistence, etiology, anatomical location, direction, and instability type or model. Current practice tends to favor surgical treatment by means of a dorsal, palmar or dual approach, as appropriate. Additional indications include suturing and ligament reattachments and osteosynthesis preferably with compression screws in the scaphoid and K-wires in the remaining fractures. 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摘要
与远端桡骨骨折相比,腕关节周围脱位和骨折的发生率要低得多;然而,它们是严重的损伤,肯定会改变手腕的生物力学,因为一些不可修复的损伤发生和治疗的困难。最重要的是对所有受影响的结构(骨、软骨和韧带)进行早期诊断,为此,除了传统的手腕x线摄影外,连续牵引x线摄影也将非常有用。重要的是要知道,骨损伤并不排除相关韧带损伤的存在。舟状骨骨折有时与舟状月韧带断裂有关。在没有根据Larsen等人的标准对病变进行分类的情况下,不应开始治疗,这些标准必须评估:年龄、持久性、病因、解剖位置、方向和不稳定性的类型或模型。目前的标准倾向于根据病变需要采用背侧、手掌或双入路手术治疗。技术包括缝合或韧带重新插入,最好在舟骨上使用压缩螺钉进行骨合成,在其余骨折上使用K针。在韧带损伤愈合期间(8 - 12周),必须在不同的骨头之间使用K针,以保持它们之间的解剖还原关系。只有少数非常特殊的经颅骶骨周围骨折脱位病例可能需要保守治疗。这些病变的解剖减少并不能保证一个完美的最终结果,尽管在最具代表性的系列中发表的一般结果与巩固期间保持的减少程度直接相关。临床结果通常比x线片好,但一般不超过50%的良好和优秀的结果。损伤情况对结果的影响似乎与所进行的治疗一样大,甚至更大。结论:腕不稳、舟状假骨关节炎、桡骨和腕间创伤后骨关节炎是影响超过50%的患者的并发症,即使他们在专门服务中接受过治疗。这意味着骨科医生和康复医生必须继续研究新的治疗形式。虽然腕部周围腕关节脱位和骨折脱位的发生率远低于远端桡骨骨折,但其严重程度要重要得多,因为它们极其难以治疗,并可能不可修复地改变腕关节生物力学。它有一种独特的区域an early of all诊断新闻采访聘用(bone、chondral and ligamentous)。由于这个原因,除了传统的胶片外,携带连续的拉力x光片非常有用。One should bear in mind that bone伤害并不rule out制品相关ligament lesions。肩胛骨骨折有时与肩胛骨韧带撕裂有关。在开始治疗之前,不应根据Larsen等人提出的标准对损伤进行分类,根据这些标准必须进行评估:进展时间、持久性、病因、解剖位置、方向和不稳定性类型或模型。目前的做法倾向于采用适当的背侧、掌侧或双侧方法进行手术治疗。其他的指征包括缝合和韧带复位和骨合成,最好在肩骨上使用压缩螺钉,在残余骨折上使用k线。K-wires国内流离失所者提供援助减少不同骨头so that anatomical使用between the relations are preserved between as ligamentous伤害heal(8至12周)。只有少数特殊的跨肩关节骨折异常符合非手术治疗的条件。从解剖学上减少这些伤害并不能保证一个完美的最终结果,但在最具象征意义的系列中发表的结果与所取得的减少程度直接相关。临床结果往往优于放射结果,但总体良好和优秀的结果加在一起不超过总结果的50%。损伤的特点似乎比所采用的治疗方法对结果产生同等或更大的影响。结论:腕骨不稳、肩胛不关节、桡骨和腕骨间创伤后骨关节炎是影响50%以上持续这些损伤的患者的并发症,即使在专门单位进行治疗。
Luxaciones y fracturas-luxaciones perilunares del carpo
Introducción
Las luxaciones y fracturas-luxaciones perilunares del carpo son lesiones mucho menos frecuentes que las fracturas de radio distal; sin embargo, son unas lesiones graves que puede alterar definitivamente la biomecánica de la muñeca, debido a algunas lesiones irreparables que se producen y a la dificultad de su tratamiento. Lo más importante es hacer un diagnóstico temprano de todas las estructuras afectadas (óseas, cartilaginosas y ligamentosas) y, para ello, además de la radiología convencional de la muñeca, será de gran utilidad la radiografía realizada en tracción continua. Es importante saber que las lesiones óseas no descartan la existencia de lesiones ligamentosas asociadas. La fractura de escafoides se asocia algunas veces a rotura del ligamento escafo-lunar.
Tratamiento
Nunca se debe comenzar el tratamiento sin haber clasificado la lesión según los criterios de Larsen et al en los que hay que evaluar: antigüedad, persistencia, etiología, localización anatómica, dirección y tipo o modelo de inestabilidad. Los criterios actuales se inclinan por el tratamiento quirúrgico mediante abordaje dorsal, palmar o doble, según lo requiera la lesión. Las técnicas incluyen sutura o reinserciones ligamentosas, osteosíntesis preferiblemente con tornillo a compresión en el escafoides y agujas de K en el resto de las fracturas. Habrá que utilizar también agujas de K entre los diferentes huesos para que se mantengan las relaciones de reducción anatómica entre ellos en el tiempo en que curan las lesiones ligamentosas (8 a 12 semanas). Sólo unos pocos casos muy especiales de fracturas-luxaciones transescafoperilunares pueden ser susceptibles de hacer tratamiento conservador. La reducción anatómica de estas lesiones no garantiza un resultado final perfecto, aunque los resultados generales publicados en las series más representativas se relacionan directamente con el grado de reducción, mantenida durante el período de consolidación, que se haya conseguido. El resultado clínico suele ser mejor que el radiográfico, aunque en general no se supera el 50% de resultados buenos y excelentes. Las condiciones de la lesión parece que influyen tanto o más en el resultado que el tratamiento realizado.
Conclusiones
La inestabilidad carpiana, las pseudoartrosis del escafoides y la artrosis postraumática radiocarpiana e intercarpiana son complicaciones que afectan a más del 50% de los pacientes que han padecido estas lesiones, aunque hayan sido tratados en servicios especializados. Esto quiere decir que se debe seguir investigando en nuevas formas de tratamiento por parte del cirujano ortopédico y del médico rehabilitador.
Introduction
Although the incidence of perilunate carpal dislocations and fracture-dislocations is much lower than that of distal radial fractures, their severity is much more significant since they are extremely difficult to treat and they could irreparably alter wrist biomechanics. It is essential to perform an early diagnosis of all involved structures (bone, chondral and ligamentous). For this reason, in addition to conventional films, it is very useful to carry out continuous traction radiographs. One should bear in mind that bone injury does not rule out the existence of associated ligament lesions. Scaphoid fractures are sometimes associated to scapholunate ligament tears.
Treatment
Treatment should never be started without having classified the injury according to the criteria laid down by Larsen et al, according to which an assessment must be made of: time of progression, persistence, etiology, anatomical location, direction, and instability type or model. Current practice tends to favor surgical treatment by means of a dorsal, palmar or dual approach, as appropriate. Additional indications include suturing and ligament reattachments and osteosynthesis preferably with compression screws in the scaphoid and K-wires in the remaining fractures. K-wires must also be used between the different bones so that anatomical reduction relations are preserved between as ligamentous injuries heal (8 to 12 weeks). Only very few special trans-scaphoid-lunate fracture dislocations are eligible for nonsurgical treatment. Anatomical reduction of these injuries does not guarantee a perfect final result, but the results published in the most representative series are directly related to the degree of reduction achieved. Clinical results tend to outperform radiological results, but in general good and excellent results evaluated together do not exceed 50% of the total. The characteristics of the lesion seem to have an equal or higher influence on the result, rather than the treatment applied.
Conclusions
Carpal instability, scaphoid nonunion and radiocarpal and intercarpal post-traumatic osteoarthritis are complications affecting over 50% of patients who have sustained these lesions, even if they were treated in specialized units. This means that further research is needed as new types of treatment that can be administered both by the orthopedic surgeon and the rehabilitation physician.