{"title":"在证词的极限:犯罪村之旅中的幻想和科幻小说(1934),ramon J. Sender","authors":"Damian V. Solano Escolano","doi":"10.7203/kam.21.24138","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"Este artículo explora la vinculación de Viaje a la aldea del crimen (1934), de Ramón J. Sender, al género testimonial. Para ello, se analizan las funciones retóricas de dos episodios cercanos a la fantasía y a la ciencia ficción que parecen romper con la verosimilitud de la obra. Esta ruptura podría desvelar los límites de dicha vinculación. En su forma de libro, este texto se desarrolló a partir de una serie de reportajes periodísticos realizados in situ pocos días después de los llamados sucesos de Casas Viejas (1933), que hicieron tambalearse la coalición republicano-socialista durante la Segunda República. El primer episodio sobrenatural le permite al narrador, a través de un viaje al pasado, convertirse en un testigo presencial de los acontecimientos, no solo de oídas (como lo fue el mismo Sender). El segundo presenta un diálogo entre el narrador y la estatua conocida como María Mármol, quien interpreta los sucesos como un síntoma de una lucha de clases secular. Estos dos elementos aparentemente disruptivos sirven para enfatizar el estilo realista predominante en el relato, que valida la autoridad de la voz testimonial del narrador y su referencialidad fáctica. El análisis de esta paradoja estilística podría ayudar a esclarecer los fundamentos de lo que Manuel Aznar Soler llama hilo rojo; el realismo revolucionario de los años 30 en España que, de manera análoga al testimonio moderno, buscaba transformar la realidad, no meramente retratarla.","PeriodicalId":41772,"journal":{"name":"Kamchatka-Revista de Analisis Cultural","volume":"23 1","pages":""},"PeriodicalIF":0.1000,"publicationDate":"2023-07-21","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":"{\"title\":\"En los límites de lo testimonial: Fantasía y ciencia ficción en Viaje a la aldea del crimen (1934), de Ramón J. Sender\",\"authors\":\"Damian V. Solano Escolano\",\"doi\":\"10.7203/kam.21.24138\",\"DOIUrl\":null,\"url\":null,\"abstract\":\"Este artículo explora la vinculación de Viaje a la aldea del crimen (1934), de Ramón J. Sender, al género testimonial. Para ello, se analizan las funciones retóricas de dos episodios cercanos a la fantasía y a la ciencia ficción que parecen romper con la verosimilitud de la obra. Esta ruptura podría desvelar los límites de dicha vinculación. En su forma de libro, este texto se desarrolló a partir de una serie de reportajes periodísticos realizados in situ pocos días después de los llamados sucesos de Casas Viejas (1933), que hicieron tambalearse la coalición republicano-socialista durante la Segunda República. El primer episodio sobrenatural le permite al narrador, a través de un viaje al pasado, convertirse en un testigo presencial de los acontecimientos, no solo de oídas (como lo fue el mismo Sender). El segundo presenta un diálogo entre el narrador y la estatua conocida como María Mármol, quien interpreta los sucesos como un síntoma de una lucha de clases secular. Estos dos elementos aparentemente disruptivos sirven para enfatizar el estilo realista predominante en el relato, que valida la autoridad de la voz testimonial del narrador y su referencialidad fáctica. El análisis de esta paradoja estilística podría ayudar a esclarecer los fundamentos de lo que Manuel Aznar Soler llama hilo rojo; el realismo revolucionario de los años 30 en España que, de manera análoga al testimonio moderno, buscaba transformar la realidad, no meramente retratarla.\",\"PeriodicalId\":41772,\"journal\":{\"name\":\"Kamchatka-Revista de Analisis Cultural\",\"volume\":\"23 1\",\"pages\":\"\"},\"PeriodicalIF\":0.1000,\"publicationDate\":\"2023-07-21\",\"publicationTypes\":\"Journal Article\",\"fieldsOfStudy\":null,\"isOpenAccess\":false,\"openAccessPdf\":\"\",\"citationCount\":\"0\",\"resultStr\":null,\"platform\":\"Semanticscholar\",\"paperid\":null,\"PeriodicalName\":\"Kamchatka-Revista de Analisis Cultural\",\"FirstCategoryId\":\"1085\",\"ListUrlMain\":\"https://doi.org/10.7203/kam.21.24138\",\"RegionNum\":0,\"RegionCategory\":null,\"ArticlePicture\":[],\"TitleCN\":null,\"AbstractTextCN\":null,\"PMCID\":null,\"EPubDate\":\"\",\"PubModel\":\"\",\"JCR\":\"0\",\"JCRName\":\"HUMANITIES, MULTIDISCIPLINARY\",\"Score\":null,\"Total\":0}","platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"Kamchatka-Revista de Analisis Cultural","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://doi.org/10.7203/kam.21.24138","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"0","JCRName":"HUMANITIES, MULTIDISCIPLINARY","Score":null,"Total":0}
En los límites de lo testimonial: Fantasía y ciencia ficción en Viaje a la aldea del crimen (1934), de Ramón J. Sender
Este artículo explora la vinculación de Viaje a la aldea del crimen (1934), de Ramón J. Sender, al género testimonial. Para ello, se analizan las funciones retóricas de dos episodios cercanos a la fantasía y a la ciencia ficción que parecen romper con la verosimilitud de la obra. Esta ruptura podría desvelar los límites de dicha vinculación. En su forma de libro, este texto se desarrolló a partir de una serie de reportajes periodísticos realizados in situ pocos días después de los llamados sucesos de Casas Viejas (1933), que hicieron tambalearse la coalición republicano-socialista durante la Segunda República. El primer episodio sobrenatural le permite al narrador, a través de un viaje al pasado, convertirse en un testigo presencial de los acontecimientos, no solo de oídas (como lo fue el mismo Sender). El segundo presenta un diálogo entre el narrador y la estatua conocida como María Mármol, quien interpreta los sucesos como un síntoma de una lucha de clases secular. Estos dos elementos aparentemente disruptivos sirven para enfatizar el estilo realista predominante en el relato, que valida la autoridad de la voz testimonial del narrador y su referencialidad fáctica. El análisis de esta paradoja estilística podría ayudar a esclarecer los fundamentos de lo que Manuel Aznar Soler llama hilo rojo; el realismo revolucionario de los años 30 en España que, de manera análoga al testimonio moderno, buscaba transformar la realidad, no meramente retratarla.