La aparición de al menos dos neumonías en 1 año o de al menos tres episodios de infección respiratoria baja a lo largo de la vida, con una limpieza de imágenes radiológicas entre ellos, define la infección pulmonar recurrente. No existe una causa común única para la neumonía recurrente. La evaluación y el tratamiento dependen de la recurrencia de las anomalías, que deben diferenciarse según se produzcan en el mismo sitio pulmonar o en regiones separadas. La mayoría de los niños con neumonía recurrente tienen una causa subyacente identificable, incluso conocida. Una anamnesis cuidadosa, una exploración física completa y el análisis de las radiografías anteriores guían la evaluación y proporcionan una orientación diagnóstica tras la realización de las exploraciones pertinentes. Las imágenes recurrentes en la misma región implican una zona localizada de obstrucción intraluminal, compresión extraluminal o incluso anomalías estructurales de la vía aérea o del parénquima pulmonar. Los niños que desarrollan neumonía recurrente en diferentes lóbulos suelen requerir investigaciones más amplias. Las causas pueden ser secundarias a un deterioro de la tos, a una broncoaspiración, a mecanismos anormales de depuración mucociliar, a un estrechamiento difuso de las vías respiratorias o, por el contrario, a dilataciones bronquiales que favorecen la congestión crónica, incluso a una disfunción inmunitaria local o sistémica.