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Abstract
La práctica de la evaluación es y se ha convertido en un tema muy debatido en diversos sectores de la sociedad. Desde el interés depositado en ella para incrementar la productividad y competitividad propias del mundo empresarial, hasta su papel jugado como componente determinante en la definición del rumbo de la ciencia y la cultura, la evaluación se ha desempeñado como una herramienta en extremo versátil, amoldándose a cuanta variedad de espacios institucionales han requerido de ella para el logro de fines particulares. En este trabajo se abordan dos perspectivas de la evaluación que afectan directamente a la investigación universitaria en ciencias sociales: la perspectiva de la administración, y otra que apunta a las posibilidades reflexivas de la evaluación. Con tal propósito se exponen algunas puntualizaciones con respecto al tema de los juicios de valor, sobre el objeto-objetivo-utilidad de la evaluación, y por último sobre sus posibilidades innovadoras en el terreno del conocimiento. En la perspectiva de la organización administrativa, la evaluación se encuentra estrechamente ligada a prácticas de Estado y a términos tales como información y control. Para los expertos en este campo, “los datos son las representaciones más directas sobre los hechos, mientras que las informaciones propiamente dichas son aquellas en las que los datos han sido interpretados o elaborados de alguna manera” (Hintze, 2001, pp. 2930). Por su parte, el control, además de operar con información, tiene la encomienda de “verificar los hechos (mediante el registro de tales informaciones), de manera que sea posible compararlos con algún patrón técnico de referencia; esto proporciona un nuevo tipo de información resultado de la comparación entre patrones técnicos y datos de la realidad” (Hintze, 2001, pp. 30-31). Si bien la evaluación contempla el control, ésta también es portadora de juicios de valor implícitos y explícitos, “Si controlar es comparar informaciones de la realidad contra patrones de referencia técnicos, evaluar será comparar tales informaciones contra patrones de referencia valorativos” (Hintze, 2001,