{"title":"Exotismo y recepción en las Rutas de la Seda: Dos piezas del vidrio romano halladas en las tumbas de la China antigua (ss. IV-VI d.C.)","authors":"Yang Xiao","doi":"10.18002/sin.v15i2.7465","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"En el mundo antiguo, China no formaba parte de los centros tradicionales en la fabricación de vidrio, un material que se consideraba raro y lujoso por los chinos de la antigüedad. A pesar de ello, en algunos yacimientos se han encontrado cierta cantidad de recipientes de vidrio cuyas características típicas demuestran su procedencia externa tanto por el análisis tipológico y el estilo decorativo, como por su composición química. El estudio del vidrio antiguo en China, sin embargo, no ha recibido suficiente atención, las investigaciones existentes sobre vidrios exóticos se centran principalmente en aspectos como su naturaleza extranjera y las rutas de introducción, y carecen de reflexiones profundas sobre los roles de China u otros países de la antigua Asia Oriental en la transmisión ulterior del vidrio, así como de una consideración exhaustiva del grado de recepción del vidrio en otro entorno cultural. Por lo tanto, en el contexto de las Rutas de la Seda entre los siglos IV y VI d.C., este trabajo toma como ejemplo las dos piezas de vidrio halladas en la Necrópolis de la Casa Feng en Jingxian (Provincia Hebei). Al examinar sus características, analizar su composición química y compararlas con ejemplares paralelos, queda claro que son típicas del Imperio Romano, ambas producidas en la costa oriental de la zona Mediterránea, y muy probablemente introducidas en China a través de las Rutas de la Estepa y que siguieron irradiando a otras partes de Asia oriental, como la península de Corea. La introducción del vidrio en China, aunque limitada en volumen y sin un impacto profundo en el país receptor, dejó su huella en la práctica religiosa y en el arte del budismo chino.","PeriodicalId":179379,"journal":{"name":"Sinología hispánica. China Studies Review","volume":"16 1","pages":"0"},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2022-12-22","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":null,"platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"Sinología hispánica. China Studies Review","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://doi.org/10.18002/sin.v15i2.7465","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"","JCRName":"","Score":null,"Total":0}
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Abstract
En el mundo antiguo, China no formaba parte de los centros tradicionales en la fabricación de vidrio, un material que se consideraba raro y lujoso por los chinos de la antigüedad. A pesar de ello, en algunos yacimientos se han encontrado cierta cantidad de recipientes de vidrio cuyas características típicas demuestran su procedencia externa tanto por el análisis tipológico y el estilo decorativo, como por su composición química. El estudio del vidrio antiguo en China, sin embargo, no ha recibido suficiente atención, las investigaciones existentes sobre vidrios exóticos se centran principalmente en aspectos como su naturaleza extranjera y las rutas de introducción, y carecen de reflexiones profundas sobre los roles de China u otros países de la antigua Asia Oriental en la transmisión ulterior del vidrio, así como de una consideración exhaustiva del grado de recepción del vidrio en otro entorno cultural. Por lo tanto, en el contexto de las Rutas de la Seda entre los siglos IV y VI d.C., este trabajo toma como ejemplo las dos piezas de vidrio halladas en la Necrópolis de la Casa Feng en Jingxian (Provincia Hebei). Al examinar sus características, analizar su composición química y compararlas con ejemplares paralelos, queda claro que son típicas del Imperio Romano, ambas producidas en la costa oriental de la zona Mediterránea, y muy probablemente introducidas en China a través de las Rutas de la Estepa y que siguieron irradiando a otras partes de Asia oriental, como la península de Corea. La introducción del vidrio en China, aunque limitada en volumen y sin un impacto profundo en el país receptor, dejó su huella en la práctica religiosa y en el arte del budismo chino.