{"title":"CONFERENCIA. Diabetes mellitus: magnitud del problema, su fisiopatología, diagnóstico y tratamiento","authors":"J. Gagliardino","doi":"10.47196/diab.v57i3sup.694","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"Comenzaré señalando lo que Frederick Grant Banting mencionó en su discurso de recepción del Premio Nobel por el descubrimiento de la insulina: “La hormona no es una cura, es un tratamiento que mantiene viva a la gente, y si queremos prevenir las complicaciones a largo plazo de la diabetes mellitus (DM), necesitamos entender cómo se secreta normalmente la insulina y qué está fallando en dicha enfermedad”. \nPor su parte, otro grande de la diabetología, Elliot Joslin, en 1925 en su Tratado de Diabetes, mencionó que: “Debería haber un programa de educación que explicara a la comunidad la importancia de la dieta, combatir el sedentarismo para evitar la obesidad y prevenir la aparición de la DM, y mostrar también el rol de estas medidas en el control y tratamiento de esta enfermedad”. Pero terminaba con una frase lapidaria para el gremio: este tipo de programa debería comenzar su difusión entre los médicos. \nSin embargo, de alguna manera la duda de su beneficio se generó, y en 2009 la Fundación Cochrane1 concluyó que la educación individual de personas con DM2 solo muestra beneficios cuando la hemoglobina glicosilada (HbA1c) es mayor a 8% y se necesitan nuevas evidencias que demuestren los beneficios de la educación, especialmente a largo plazo1. Esta última frase está especialmente dedicada para quienes nos dedicamos a la educación de personas con DM. Pero sin dudas hoy podemos afirmar, parafraseando el tango Cambalache de Enrique Santos Discépolo, que las frases de Banting y Joslin fueron ciertas en 1925 y en 2022 también.","PeriodicalId":34071,"journal":{"name":"Revista de la Sociedad Argentina de Diabetes","volume":" ","pages":""},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2023-08-30","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":null,"platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"Revista de la Sociedad Argentina de Diabetes","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://doi.org/10.47196/diab.v57i3sup.694","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"","JCRName":"","Score":null,"Total":0}
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Abstract
Comenzaré señalando lo que Frederick Grant Banting mencionó en su discurso de recepción del Premio Nobel por el descubrimiento de la insulina: “La hormona no es una cura, es un tratamiento que mantiene viva a la gente, y si queremos prevenir las complicaciones a largo plazo de la diabetes mellitus (DM), necesitamos entender cómo se secreta normalmente la insulina y qué está fallando en dicha enfermedad”.
Por su parte, otro grande de la diabetología, Elliot Joslin, en 1925 en su Tratado de Diabetes, mencionó que: “Debería haber un programa de educación que explicara a la comunidad la importancia de la dieta, combatir el sedentarismo para evitar la obesidad y prevenir la aparición de la DM, y mostrar también el rol de estas medidas en el control y tratamiento de esta enfermedad”. Pero terminaba con una frase lapidaria para el gremio: este tipo de programa debería comenzar su difusión entre los médicos.
Sin embargo, de alguna manera la duda de su beneficio se generó, y en 2009 la Fundación Cochrane1 concluyó que la educación individual de personas con DM2 solo muestra beneficios cuando la hemoglobina glicosilada (HbA1c) es mayor a 8% y se necesitan nuevas evidencias que demuestren los beneficios de la educación, especialmente a largo plazo1. Esta última frase está especialmente dedicada para quienes nos dedicamos a la educación de personas con DM. Pero sin dudas hoy podemos afirmar, parafraseando el tango Cambalache de Enrique Santos Discépolo, que las frases de Banting y Joslin fueron ciertas en 1925 y en 2022 también.