Revascularización de angiosomas específicos en isquemia crítica de la extremidad: ¿es importante la arteria diana?

Richard F. Neville , Christopher E. Attinger , Erwin J. Bulan , Ivica Ducic , Michael Thomassen , Anton N. Sidawy
{"title":"Revascularización de angiosomas específicos en isquemia crítica de la extremidad: ¿es importante la arteria diana?","authors":"Richard F. Neville ,&nbsp;Christopher E. Attinger ,&nbsp;Erwin J. Bulan ,&nbsp;Ivica Ducic ,&nbsp;Michael Thomassen ,&nbsp;Anton N. Sidawy","doi":"10.1016/j.acvsp.2008.08.028","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"<div><p>La cicatrización de las heridas isquémicas de la extremidad inferior puede fracasar a pesar de lograr una revascularización satisfactoria. El pie puede dividirse en 6 regiones anatómicas (angiosomas) nutridas por diferentes arterias que se originan en la arteria tibial posterior (3), la arteria tibial anterior (1), y la arteria peronea (2). En este estudio se investigó si el <em>bypass</em> a la arteria que nutre directamente el angiosoma isquémico influyó en la cicatrización de la herida y el salvamento de la extremidad. Se realizó un análisis retrospectivo de 52 heridas no cicatrizadas de la extremidad inferior (48 pacientes) que requirieron un <em>bypass</em> tibial a lo largo de un período de 2 años. Se revisaron las arteriografías preoperatorias para determinar la anatomía arterial con respecto al angiosoma específico de cada herida y la anatomía del <em>bypass</em>. Los pacientes se dividieron en 2 grupos: revascularización directa (RD, <em>bypass</em> en la arteria que nutre directamente el angiosoma isquémico) o revascularización indirecta (RI, <em>bypass</em> no relacionado con el angiosoma isquémico). El resultado de la herida se analizó con respecto a los siguientes criterios de valoración: cicatrización completa, amputación o fallecimiento no relacionado con la herida. También se anotó el tiempo de cicatrización de cada herida. Sobre la base de la arteriografía preoperatoria, en el 51% (n<!--> <!-->=<!--> <!-->27) de las heridas se realizó una RD del angiosoma isquémico, mientras que en el 49% (n<!--> <!-->=<!--> <!-->25) se realizó una RI. No se observaron diferencias estadísticamente significativas en las comorbilidades de ambos grupos. La revascularización se realizó mediante un <em>bypass</em> tibial utilizando la vena safena (n<!--> <!-->=<!--> <!-->34, 65%) o un implante de politetrafluoroetileno con un parche de vena distal (n<!--> <!-->=<!--> <!-->18, 35%). Los <em>bypass</em> se realizaron a las arterias tibial anterior (n<!--> <!-->=<!--> <!-->22, 42%), tibial posterior (n<!--> <!-->=<!--> <!-->17, 33%), o peronea (n<!--> <!-->=<!--> <!-->13, 25%) según el criterio del cirujano. Un <em>bypass</em> fracasó durante el período perioperatorio y fue excluido del análisis. Los <em>bypass</em> restantes seguían siendo permeables en el momento en que se evaluó la herida. Debido a una tasa de mortalidad del 17% solamente se dispuso de 43 heridas para el análisis de los criterios de valoración. Este análisis demostró que el 77% de las heridas (n<!--> <!-->=<!--> <!-->33) progresaron a una cicatrización completa y que el 23% (n<!--> <!-->=<!--> <!-->10) no lograron cicatrizar resultando en la amputación de la extremidad. En el grupo RD se produjo una cicatrización del 91% con una tasa de amputación del 9%. En el grupo RI se produjo una cicatrización del 62% con una tasa de amputación del 38% (p<!--> <!-->=<!--> <!-->0,03). En aquellas heridas que cicatrizaron, el tiempo total hasta la cicatrización no fue significativamente diferente (RD 162,4 días frente a RI 159,8 días; p<!--> <!-->=<!--> <!-->0,95). La revascularización desempeña un papel crucial en el tratamiento de las heridas isquémicas de la extremidad inferior. Creemos que la revascularización directa del angiosoma específico a la anatomía de la herida comporta mayores índices de cicatrización y salvamento de la extremidad. Si bien deben tenerse en cuenta muchos factores a la hora de elegir la arteria diana para la revascularización, es necesario considerar la revascularización de la arteria que nutre directamente al angiosoma isquémico.</p></div>","PeriodicalId":100078,"journal":{"name":"Anales de Cirugía Vascular","volume":"23 3","pages":"Pages 404-410"},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2009-05-01","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"https://sci-hub-pdf.com/10.1016/j.acvsp.2008.08.028","citationCount":"0","resultStr":null,"platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"Anales de Cirugía Vascular","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1130254209001203","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"","JCRName":"","Score":null,"Total":0}
引用次数: 0

Abstract

La cicatrización de las heridas isquémicas de la extremidad inferior puede fracasar a pesar de lograr una revascularización satisfactoria. El pie puede dividirse en 6 regiones anatómicas (angiosomas) nutridas por diferentes arterias que se originan en la arteria tibial posterior (3), la arteria tibial anterior (1), y la arteria peronea (2). En este estudio se investigó si el bypass a la arteria que nutre directamente el angiosoma isquémico influyó en la cicatrización de la herida y el salvamento de la extremidad. Se realizó un análisis retrospectivo de 52 heridas no cicatrizadas de la extremidad inferior (48 pacientes) que requirieron un bypass tibial a lo largo de un período de 2 años. Se revisaron las arteriografías preoperatorias para determinar la anatomía arterial con respecto al angiosoma específico de cada herida y la anatomía del bypass. Los pacientes se dividieron en 2 grupos: revascularización directa (RD, bypass en la arteria que nutre directamente el angiosoma isquémico) o revascularización indirecta (RI, bypass no relacionado con el angiosoma isquémico). El resultado de la herida se analizó con respecto a los siguientes criterios de valoración: cicatrización completa, amputación o fallecimiento no relacionado con la herida. También se anotó el tiempo de cicatrización de cada herida. Sobre la base de la arteriografía preoperatoria, en el 51% (n = 27) de las heridas se realizó una RD del angiosoma isquémico, mientras que en el 49% (n = 25) se realizó una RI. No se observaron diferencias estadísticamente significativas en las comorbilidades de ambos grupos. La revascularización se realizó mediante un bypass tibial utilizando la vena safena (n = 34, 65%) o un implante de politetrafluoroetileno con un parche de vena distal (n = 18, 35%). Los bypass se realizaron a las arterias tibial anterior (n = 22, 42%), tibial posterior (n = 17, 33%), o peronea (n = 13, 25%) según el criterio del cirujano. Un bypass fracasó durante el período perioperatorio y fue excluido del análisis. Los bypass restantes seguían siendo permeables en el momento en que se evaluó la herida. Debido a una tasa de mortalidad del 17% solamente se dispuso de 43 heridas para el análisis de los criterios de valoración. Este análisis demostró que el 77% de las heridas (n = 33) progresaron a una cicatrización completa y que el 23% (n = 10) no lograron cicatrizar resultando en la amputación de la extremidad. En el grupo RD se produjo una cicatrización del 91% con una tasa de amputación del 9%. En el grupo RI se produjo una cicatrización del 62% con una tasa de amputación del 38% (p = 0,03). En aquellas heridas que cicatrizaron, el tiempo total hasta la cicatrización no fue significativamente diferente (RD 162,4 días frente a RI 159,8 días; p = 0,95). La revascularización desempeña un papel crucial en el tratamiento de las heridas isquémicas de la extremidad inferior. Creemos que la revascularización directa del angiosoma específico a la anatomía de la herida comporta mayores índices de cicatrización y salvamento de la extremidad. Si bien deben tenerse en cuenta muchos factores a la hora de elegir la arteria diana para la revascularización, es necesario considerar la revascularización de la arteria que nutre directamente al angiosoma isquémico.

查看原文
分享 分享
微信好友 朋友圈 QQ好友 复制链接
本刊更多论文
危重肢体缺血中特定血管体的血管重建术:目标动脉重要吗?
尽管血管重建术成功,但下肢缺血性伤口的愈合仍可能失败。脚可以分为6个区域anatómicas (angiosomas不同)nutridas动脉的动脉胫骨后(3),胫骨前动脉peronea动脉和(1)、(2)。本研究调查了动脉旁路营养直接“angiosoma局部缺血影响愈合的伤口和救援的一端。我们回顾性分析了52例需要胫骨旁路手术的下肢未愈合伤口(48例患者),历时2年。我们回顾了术前动脉造影,以确定动脉解剖相对于每个伤口的特定血管组和旁路解剖。患者被分为两组:直接血管重建组(RD,直接供给缺血性血管体的动脉旁路)和间接血管重建组(ir,与缺血性血管体无关的旁路)。根据以下评估标准分析伤口结果:完全愈合、截肢或与伤口无关的死亡。每个伤口的愈合时间也被记录下来。根据术前动脉造影,51% (n = 27)的伤口进行了缺血性血管瘤RD, 49% (n = 25)进行了RI。两组共病无统计学差异。采用隐静脉胫骨旁路(n = 34.65%)或远端静脉贴片聚四氟乙烯植入(n = 18.35%)进行血管重建。根据外科医生的标准,对胫骨前动脉(n = 22.42%)、胫骨后动脉(n = 17.33%)或腓骨(n = 13.25%)进行搭桥手术。一名患者在围手术期搭桥失败,被排除在分析之外。在评估伤口时,剩余的旁路仍然是可渗透的。由于死亡率为17%,只有43个伤口可用于评估标准分析。这项分析显示,77%的伤口(n = 33)进展到完全愈合,23% (n = 10)没有愈合,导致截肢。RD组的愈合率为91%,截肢率为9%。RI组的愈合率为62%,截肢率为38% (p = 0.03)。在愈合的伤口中,愈合总时间没有显著差异(RD 162.4天与RI 159.8天;p = 0.95)。血管重建在下肢缺血性伤口的治疗中起着至关重要的作用。我们认为,直接血管重建术对伤口解剖结构有较高的愈合率和挽救肢体。虽然在选择目标动脉进行血管重建术时必须考虑许多因素,但有必要考虑直接滋养缺血性血管体的动脉的血管重建术。
本文章由计算机程序翻译,如有差异,请以英文原文为准。
求助全文
约1分钟内获得全文 去求助
来源期刊
自引率
0.00%
发文量
0
期刊最新文献
Tratamiento endovascular de aneurismas aórticos abdominales mediante abordaje percutáneo: ¿pueden ampliarse los criterios de selección? Importancia del ángulo de la anastomosis en la mejoría de la permeabilidad a largo plazo de la derivación femoropoplítea supragenicular Utilidad de la ultrasonografía intravascular durante el stenting carotídeo Tratamiento endovascular de la rotura aguda del istmo aórtico: resultados a medio plazo Seguridad de la endarterectomía carotídea en pacientes en tratamiento con clopidogrel
×
引用
GB/T 7714-2015
复制
MLA
复制
APA
复制
导出至
BibTeX EndNote RefMan NoteFirst NoteExpress
×
×
提示
您的信息不完整,为了账户安全,请先补充。
现在去补充
×
提示
您因"违规操作"
具体请查看互助需知
我知道了
×
提示
现在去查看 取消
×
提示
确定
0
微信
客服QQ
Book学术公众号 扫码关注我们
反馈
×
意见反馈
请填写您的意见或建议
请填写您的手机或邮箱
已复制链接
已复制链接
快去分享给好友吧!
我知道了
×
扫码分享
扫码分享
Book学术官方微信
Book学术文献互助
Book学术文献互助群
群 号:481959085
Book学术
文献互助 智能选刊 最新文献 互助须知 联系我们:info@booksci.cn
Book学术提供免费学术资源搜索服务,方便国内外学者检索中英文文献。致力于提供最便捷和优质的服务体验。
Copyright © 2023 Book学术 All rights reserved.
ghs 京公网安备 11010802042870号 京ICP备2023020795号-1