{"title":"Nora Strejilevich在纸上纹身的碎片","authors":"Nora Strejilevich","doi":"10.1353/cnf.2023.a911291","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"Fragmento de Tatuajes en papel, de Nora Strejilevich Nora Strejilevich Es larga la carretera Es larga la carreteraCuando uno mira atrásVas cruzando las fronterasSin darte cuenta quizás. \"Canción para mi muerte\", Sui Generis El pasado te tumba sin concesiones: de un día para otro te ponés a jugar a las bolitas con las pompas de agua que te saltan de los ojos. Sentís que tu presente es un transcurrir a pie de página y que no podés traspasar ese límite. Querés que se interrumpa con algún libreto que parezca real. Desde las rendijas de la noche atisbás la continuación del viaje: ¿seguirá la fuga hacia adelante? Al menos esta vez será regreso. Padre, madre e hija planifican juntarse en Tabatinga, una playa cercana a San Pablo donde celebrarán juntos el inicio del 80, en casa de amigos. Las cartas que van llegando anticipan el tono de un acontecimiento que se quiere alegre. Norita: 8 de noviembre, 1979 Aquí aparecen los primeros calores y el tiempo transcurre a la espera de mejor suerte… Estamos cotejando precios de pasajes para fin de año pero aún no decidí el modelo de bikini que debo comprarme para no desentonar en la playa. El que tengo es del año 1925. Tu papá Una vez reunidos en Brasil hay festejos, risas y complicidades. También hay dictadura pero ellos, acostumbrados al terror rioplatense, no lo notan. [End Page 204] Estamos en Tabatinga, una playa del Estado de San Pablo donde no llegan los lamentos del mundo. Nos pasamos el día frente al mar, hipnotizados entre tanta arena blanca y nubes enruladas. Papá se hace el payaso y le seguimos la corriente. Nos emborrachamos de risas y abrazos, apurando la copa del estribo. Hasta las cartas con viejos amigos de Buenos Aires –el puerto prohibido– te permiten sostener el ánimo gracias a una moneda de cambio gratuita y tan necesaria para sobrevivir: el humor. Con Carlos ese tono se da a menudo. Lo habías conocido en esos campamentos míticos que se hacían en la Patagonia: él, una suerte de Mahatma Gandhi porteño, era guitarrero y te hipnotizaba su música junto al fogón. Entre las cuerdas y las llamas se filtraba la poesía con naturalidad y cada tanto se conversaba hasta el amanecer. El cultivo de la amistad era fácil en este entorno, donde no faltaban las tonadas de los republicanos españoles ni el \"Bella Ciao\". Curiosamente, la mayoría de tus amigos eran varones: había algo de tu hermano en ellos, quizá. San Pablo, 22 de diciembre, 1979 Querido Carlitos: Te cuento que estamos como queremos: sobrevivimos entre edificios que oscilan entre los veinte y los treinta pisos. Transpiramos doce horas por día, las doce horas restantes nos secamos. Paseamos por todos los negocios y supermercados de la ciudad y, para rematar, comemos Banana Split. Estuvimos en una casa de fin de semana que queda frente al mar. No hicimos otra cosa que llenarnos de agua salada y dulce, simultáneamente, sin que lloviera antes, durante o después. Fui a ver varios espectáculos en portugués que se entiende mejor que el hebreo aunque peor que el jeringoso (je-pe ri-pin go-po so-po). Nos llenamos los bolsos con mercadería porque acá el imperativo es comprá, que en Buenos Aires está más caro. La cercanía con la tierra de los gauchos se hace sentir: ciertos porteños impresentables invadieron estas regiones para destilar su desprecio hacia los vecinos mientras les aspiran sus productos manufacturados. Pero la sociedad de consumo no me impide seguir fiel a mis principios: trato de hacer, en lo posible, lo menos posible. Afortunadamente mis padres colaboran en este esfuerzo. Guardo unas fotos de esos días: León abriendo boca y brazos como un lobo feroz amenazante, Sarita posando en el balcón como actriz de cabaret, rosa roja en el pelo. Otra instantánea nos retrata a todos frente al Atlántico, tostados y sonrientes. Se celebra el triángulo en vivo y...","PeriodicalId":41998,"journal":{"name":"CONFLUENCIA-REVISTA HISPANICA DE CULTURA Y LITERATURA","volume":"9 1","pages":"0"},"PeriodicalIF":0.2000,"publicationDate":"2023-03-01","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":"{\"title\":\"Fragmento de Tatuajes en papel , de Nora Strejilevich\",\"authors\":\"Nora Strejilevich\",\"doi\":\"10.1353/cnf.2023.a911291\",\"DOIUrl\":null,\"url\":null,\"abstract\":\"Fragmento de Tatuajes en papel, de Nora Strejilevich Nora Strejilevich Es larga la carretera Es larga la carreteraCuando uno mira atrásVas cruzando las fronterasSin darte cuenta quizás. \\\"Canción para mi muerte\\\", Sui Generis El pasado te tumba sin concesiones: de un día para otro te ponés a jugar a las bolitas con las pompas de agua que te saltan de los ojos. Sentís que tu presente es un transcurrir a pie de página y que no podés traspasar ese límite. 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Nos pasamos el día frente al mar, hipnotizados entre tanta arena blanca y nubes enruladas. Papá se hace el payaso y le seguimos la corriente. Nos emborrachamos de risas y abrazos, apurando la copa del estribo. Hasta las cartas con viejos amigos de Buenos Aires –el puerto prohibido– te permiten sostener el ánimo gracias a una moneda de cambio gratuita y tan necesaria para sobrevivir: el humor. Con Carlos ese tono se da a menudo. Lo habías conocido en esos campamentos míticos que se hacían en la Patagonia: él, una suerte de Mahatma Gandhi porteño, era guitarrero y te hipnotizaba su música junto al fogón. Entre las cuerdas y las llamas se filtraba la poesía con naturalidad y cada tanto se conversaba hasta el amanecer. El cultivo de la amistad era fácil en este entorno, donde no faltaban las tonadas de los republicanos españoles ni el \\\"Bella Ciao\\\". Curiosamente, la mayoría de tus amigos eran varones: había algo de tu hermano en ellos, quizá. 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摘要
Nora Strejilevich的纸上纹身碎片Nora Strejilevich is long road is long road当一个人回头看过边境,也许没有意识到。“为我的死亡而唱的歌”,Sui Generis的过去让你毫无让步地死去:从一天到另一天,你开始玩球,水球从你的眼睛跳出来。你觉得你的现在只是一页纸,你无法超越它。你想让它被一些看起来真实的剧本打断。从黑夜的缝隙中,你看到了旅程的继续:逃跑还会继续吗?至少这一次会回来的。父亲、母亲和女儿计划在圣巴勃罗附近的Tabatinga海滩见面,在那里他们将在朋友家一起庆祝80年代的开始。这些信件的到来预示着一场本应令人愉快的事件的基调。Norita: 1979年11月8日第一次热浪来了,时间在流逝,等待着更好的运气……我们正在查看年底的机票价格,但还没有决定我应该买什么比基尼,以免在海滩上发疯。我有一个是1925年的。你的父亲一旦在巴西团聚,就会有庆祝、欢笑和共谋。也有独裁统治,但习惯了rio - platense恐怖的他们没有注意到这一点。我们在塔巴廷加,圣巴勃罗州的一个海滩,在那里世界的哀叹没有到达。我们在海边度过了一天,被白沙和乌云所迷惑。爸爸是一个小丑,我们跟着他。我们在欢笑和拥抱中陶醉,加快了马刺杯的速度。即使是与布宜诺斯艾利斯老朋友的信件——el puerto forbidden——也能让你保持精神,这要归功于一种生存所必需的自由货币:幽默。卡洛斯经常使用这种语气。你在巴塔哥尼亚的神话营地里见过他:他是布宜诺斯艾利斯圣雄甘地(saint hatma Gandhi)的一种,他是一名吉他手,在火炉旁用他的音乐迷住了你。在琴弦和火焰之间,诗歌自然地迸发出来,每隔一段时间,人们一直在交谈,直到黎明。在这种环境下,友谊的培养是很容易的,在这种环境下,西班牙共和党人的曲调和“Bella Ciao”都不缺少。奇怪的是,你的大多数朋友都是男性:也许他们身上有你哥哥的一些东西。亲爱的卡里托斯:我告诉你,我们是我们想要的:我们生存在20到30层的建筑中。我们每天排12个小时的汗,剩下的12个小时晾干。我们在镇上所有的商店和超市闲逛,最重要的是,我们吃了香蕉斯普利特。我们住在海边的一个周末的房子里,我们什么也没做,只是同时把咸水和淡水灌满了自己,之前、期间和之后都没有下雨。我去看了几场葡萄牙语节目,葡萄牙语比希伯来语更容易理解,但比jeringogo (je-pe ri-pin go-po so-po)更糟糕。我们的袋子里装满了商品,因为这里的当务之急是购买,而在布宜诺斯艾利斯更贵。与gauchos的土地的接近是显而易见的:一些不体面的portenos入侵这些地区,以表达他们对邻居的蔑视,同时他们也被他们的产品所吸引。但消费社会并没有阻止我坚持自己的原则:我尽量做尽可能少的事情。幸运的是,我的父母也在努力。我保存了一些那些日子的照片:狮子张开嘴和手臂,像一只凶猛的狼,莎丽塔在阳台上摆姿势,像卡巴莱演员,头发上有红玫瑰。另一张快照描绘了我们所有人面对大西洋,烤着面包,微笑着。三角是现场庆祝和…
Fragmento de Tatuajes en papel , de Nora Strejilevich
Fragmento de Tatuajes en papel, de Nora Strejilevich Nora Strejilevich Es larga la carretera Es larga la carreteraCuando uno mira atrásVas cruzando las fronterasSin darte cuenta quizás. "Canción para mi muerte", Sui Generis El pasado te tumba sin concesiones: de un día para otro te ponés a jugar a las bolitas con las pompas de agua que te saltan de los ojos. Sentís que tu presente es un transcurrir a pie de página y que no podés traspasar ese límite. Querés que se interrumpa con algún libreto que parezca real. Desde las rendijas de la noche atisbás la continuación del viaje: ¿seguirá la fuga hacia adelante? Al menos esta vez será regreso. Padre, madre e hija planifican juntarse en Tabatinga, una playa cercana a San Pablo donde celebrarán juntos el inicio del 80, en casa de amigos. Las cartas que van llegando anticipan el tono de un acontecimiento que se quiere alegre. Norita: 8 de noviembre, 1979 Aquí aparecen los primeros calores y el tiempo transcurre a la espera de mejor suerte… Estamos cotejando precios de pasajes para fin de año pero aún no decidí el modelo de bikini que debo comprarme para no desentonar en la playa. El que tengo es del año 1925. Tu papá Una vez reunidos en Brasil hay festejos, risas y complicidades. También hay dictadura pero ellos, acostumbrados al terror rioplatense, no lo notan. [End Page 204] Estamos en Tabatinga, una playa del Estado de San Pablo donde no llegan los lamentos del mundo. Nos pasamos el día frente al mar, hipnotizados entre tanta arena blanca y nubes enruladas. Papá se hace el payaso y le seguimos la corriente. Nos emborrachamos de risas y abrazos, apurando la copa del estribo. Hasta las cartas con viejos amigos de Buenos Aires –el puerto prohibido– te permiten sostener el ánimo gracias a una moneda de cambio gratuita y tan necesaria para sobrevivir: el humor. Con Carlos ese tono se da a menudo. Lo habías conocido en esos campamentos míticos que se hacían en la Patagonia: él, una suerte de Mahatma Gandhi porteño, era guitarrero y te hipnotizaba su música junto al fogón. Entre las cuerdas y las llamas se filtraba la poesía con naturalidad y cada tanto se conversaba hasta el amanecer. El cultivo de la amistad era fácil en este entorno, donde no faltaban las tonadas de los republicanos españoles ni el "Bella Ciao". Curiosamente, la mayoría de tus amigos eran varones: había algo de tu hermano en ellos, quizá. San Pablo, 22 de diciembre, 1979 Querido Carlitos: Te cuento que estamos como queremos: sobrevivimos entre edificios que oscilan entre los veinte y los treinta pisos. Transpiramos doce horas por día, las doce horas restantes nos secamos. Paseamos por todos los negocios y supermercados de la ciudad y, para rematar, comemos Banana Split. Estuvimos en una casa de fin de semana que queda frente al mar. No hicimos otra cosa que llenarnos de agua salada y dulce, simultáneamente, sin que lloviera antes, durante o después. Fui a ver varios espectáculos en portugués que se entiende mejor que el hebreo aunque peor que el jeringoso (je-pe ri-pin go-po so-po). Nos llenamos los bolsos con mercadería porque acá el imperativo es comprá, que en Buenos Aires está más caro. La cercanía con la tierra de los gauchos se hace sentir: ciertos porteños impresentables invadieron estas regiones para destilar su desprecio hacia los vecinos mientras les aspiran sus productos manufacturados. Pero la sociedad de consumo no me impide seguir fiel a mis principios: trato de hacer, en lo posible, lo menos posible. Afortunadamente mis padres colaboran en este esfuerzo. Guardo unas fotos de esos días: León abriendo boca y brazos como un lobo feroz amenazante, Sarita posando en el balcón como actriz de cabaret, rosa roja en el pelo. Otra instantánea nos retrata a todos frente al Atlántico, tostados y sonrientes. Se celebra el triángulo en vivo y...