{"title":"女人与婚姻","authors":"Maria Isabel García García","doi":"10.15366/rha2023.23.001","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"El matrimonio, como primer paso a la familia y al parentesco, ha supuesto el génesis de la estructura social y modelo poblacional que ha regido tanto a las comunidades de antaño como a las de hoy en día; independientemente de su emplazamiento geográfico y cultural. En el caso de la órbita cristiana, en cuya mentalidad se centra el presente trabajo, el vínculo conyugal comenzó a tomar parte de la sociedad ya desde los primeros años de esta religión, aunque fue a partir de la Sesión XXIV del Concilio de Trento (1563) cuando se reconoció el matrimonio como un sacramento de la Iglesia, condenando, a su vez, a todos los que negaban que lo fuera. Hasta entonces, muchos vínculos que se celebraban se desarrollaban dando lugar a situaciones anómalas como la coexistencia de dos matrimonios en una misma persona, fenómeno que se ha venido a denominar “bigamia”. Como respuesta a un problema endémico al que mostrar especial importancia, Iglesia y Corona desarrollaron durante los siglos modernos un corpus normativo para perseguir a bígamos, acabando con aquellos que hacían temblar la estructura y organización social basada en la existencia de una jerarquía familiar.","PeriodicalId":129631,"journal":{"name":"Revista Historia Autónoma","volume":"26 1","pages":"0"},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2023-09-30","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":"{\"title\":\"Mujer y matrimonio\",\"authors\":\"Maria Isabel García García\",\"doi\":\"10.15366/rha2023.23.001\",\"DOIUrl\":null,\"url\":null,\"abstract\":\"El matrimonio, como primer paso a la familia y al parentesco, ha supuesto el génesis de la estructura social y modelo poblacional que ha regido tanto a las comunidades de antaño como a las de hoy en día; independientemente de su emplazamiento geográfico y cultural. En el caso de la órbita cristiana, en cuya mentalidad se centra el presente trabajo, el vínculo conyugal comenzó a tomar parte de la sociedad ya desde los primeros años de esta religión, aunque fue a partir de la Sesión XXIV del Concilio de Trento (1563) cuando se reconoció el matrimonio como un sacramento de la Iglesia, condenando, a su vez, a todos los que negaban que lo fuera. Hasta entonces, muchos vínculos que se celebraban se desarrollaban dando lugar a situaciones anómalas como la coexistencia de dos matrimonios en una misma persona, fenómeno que se ha venido a denominar “bigamia”. Como respuesta a un problema endémico al que mostrar especial importancia, Iglesia y Corona desarrollaron durante los siglos modernos un corpus normativo para perseguir a bígamos, acabando con aquellos que hacían temblar la estructura y organización social basada en la existencia de una jerarquía familiar.\",\"PeriodicalId\":129631,\"journal\":{\"name\":\"Revista Historia Autónoma\",\"volume\":\"26 1\",\"pages\":\"0\"},\"PeriodicalIF\":0.0000,\"publicationDate\":\"2023-09-30\",\"publicationTypes\":\"Journal Article\",\"fieldsOfStudy\":null,\"isOpenAccess\":false,\"openAccessPdf\":\"\",\"citationCount\":\"0\",\"resultStr\":null,\"platform\":\"Semanticscholar\",\"paperid\":null,\"PeriodicalName\":\"Revista Historia Autónoma\",\"FirstCategoryId\":\"1085\",\"ListUrlMain\":\"https://doi.org/10.15366/rha2023.23.001\",\"RegionNum\":0,\"RegionCategory\":null,\"ArticlePicture\":[],\"TitleCN\":null,\"AbstractTextCN\":null,\"PMCID\":null,\"EPubDate\":\"\",\"PubModel\":\"\",\"JCR\":\"\",\"JCRName\":\"\",\"Score\":null,\"Total\":0}","platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"Revista Historia Autónoma","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://doi.org/10.15366/rha2023.23.001","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"","JCRName":"","Score":null,"Total":0}
El matrimonio, como primer paso a la familia y al parentesco, ha supuesto el génesis de la estructura social y modelo poblacional que ha regido tanto a las comunidades de antaño como a las de hoy en día; independientemente de su emplazamiento geográfico y cultural. En el caso de la órbita cristiana, en cuya mentalidad se centra el presente trabajo, el vínculo conyugal comenzó a tomar parte de la sociedad ya desde los primeros años de esta religión, aunque fue a partir de la Sesión XXIV del Concilio de Trento (1563) cuando se reconoció el matrimonio como un sacramento de la Iglesia, condenando, a su vez, a todos los que negaban que lo fuera. Hasta entonces, muchos vínculos que se celebraban se desarrollaban dando lugar a situaciones anómalas como la coexistencia de dos matrimonios en una misma persona, fenómeno que se ha venido a denominar “bigamia”. Como respuesta a un problema endémico al que mostrar especial importancia, Iglesia y Corona desarrollaron durante los siglos modernos un corpus normativo para perseguir a bígamos, acabando con aquellos que hacían temblar la estructura y organización social basada en la existencia de una jerarquía familiar.