Sant Pere de Rodes, las estrategias de una abadía para atraer peregrinos

Este artículo revisa y profundiza en las diferentes estrategias utilizadas desde la abadía de Sant Pere de Rodes para mantener su papel como destino de peregrinación, a la luz de los estudios más recientes. Concretamente, se analizan cuatro episodios de la historia del monasterio entre los siglos X y XVII, que demuestran cómo desde el cenobio se buscaron fórmulas para seguir teniendo un papel relevante en el universo devocional. En el siglo X, el abad Hildesind logró del papa un privilegio excepcional que otorgaba a los peregrinos los mismos perdones que si hubieran viajado hasta Roma. Medio siglo después se construyó una iglesia excepcional en la abadía con los principales elementos que caracterizaban a los santuarios penitenciales. A partir del siglo XIV, Sant Pere de Rodes consiguió legitimar una celebración de años santos, en base a una bula papal inexistente. Finalmente, en algún momento del siglo XVI, el monasterio se atribuyó la custodia de la cabeza y del brazo derecho del apóstol san Pedro, con suficiente ambigüedad como para no contradecir los cánones oficiales de la Iglesia.