{"title":"Osteoporosis inducida por glucocorticoides","authors":"A. Mercier-Guery PhD student, Docteur en médecine","doi":"10.1016/S1286-935X(24)49761-X","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"<div><div>La osteoporosis inducida por glucocorticoides es el resultado de unos cambios directos e indirectos de la homeostasia ósea que provocan un desequilibrio importante y rápido del balance formación/resorción ósea, con un aumento temporal de la resorción ósea seguido de una reducción duradera de la osteoformación. Sin embargo, son muchas las indicaciones de una corticoterapia y es lamentable la falta de aplicación de las medidas de prevención primaria y secundaria recomendadas, lo que conduce a un incremento de la morbimortalidad. La aparición rápida, en los primeros 3-6 meses de tratamiento, de una degradación cualitativa y cuantitativa del hueso, en particular trabecular, provoca la aparición de fracturas vertebrales en primer lugar, incluso con dosis bajas de corticoterapia (2,5 mg/día), con un efecto dosis-dependiente. En caso de corticoterapia de más de 3 meses de duración, es necesario realizar un estudio del riesgo óseo que incluya la evaluación de los factores de riesgo óseos, una prueba de laboratorio para descartar causas sobreañadidas de osteoporosis secundaria y una evaluación de la densitometría ósea. Además de la suplementación en calcio y vitaminas, se debe iniciar cuanto antes un tratamiento preventivo con las moléculas disponibles en países de nuestro entorno, el risedronato, el zoledronato y la teriparatida, todos ellos de eficacia demostrada. Existen distintos modos de actuación en Suiza, en Bélgica y en relación con las últimas recomendaciones del American College of Rheumatology. En pediatría, faltan estudios para validar una actitud terapéutica preventiva con bifosfonatos. En el marco de un hipercortisolismo, se debe evaluar la fragilidad ósea y considerar el inicio del tratamiento con bifosfonatos.</div></div>","PeriodicalId":100412,"journal":{"name":"EMC - Aparato Locomotor","volume":"57 4","pages":"Pages 1-10"},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2024-11-16","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":null,"platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"EMC - Aparato Locomotor","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1286935X2449761X","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"","JCRName":"","Score":null,"Total":0}
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Abstract
La osteoporosis inducida por glucocorticoides es el resultado de unos cambios directos e indirectos de la homeostasia ósea que provocan un desequilibrio importante y rápido del balance formación/resorción ósea, con un aumento temporal de la resorción ósea seguido de una reducción duradera de la osteoformación. Sin embargo, son muchas las indicaciones de una corticoterapia y es lamentable la falta de aplicación de las medidas de prevención primaria y secundaria recomendadas, lo que conduce a un incremento de la morbimortalidad. La aparición rápida, en los primeros 3-6 meses de tratamiento, de una degradación cualitativa y cuantitativa del hueso, en particular trabecular, provoca la aparición de fracturas vertebrales en primer lugar, incluso con dosis bajas de corticoterapia (2,5 mg/día), con un efecto dosis-dependiente. En caso de corticoterapia de más de 3 meses de duración, es necesario realizar un estudio del riesgo óseo que incluya la evaluación de los factores de riesgo óseos, una prueba de laboratorio para descartar causas sobreañadidas de osteoporosis secundaria y una evaluación de la densitometría ósea. Además de la suplementación en calcio y vitaminas, se debe iniciar cuanto antes un tratamiento preventivo con las moléculas disponibles en países de nuestro entorno, el risedronato, el zoledronato y la teriparatida, todos ellos de eficacia demostrada. Existen distintos modos de actuación en Suiza, en Bélgica y en relación con las últimas recomendaciones del American College of Rheumatology. En pediatría, faltan estudios para validar una actitud terapéutica preventiva con bifosfonatos. En el marco de un hipercortisolismo, se debe evaluar la fragilidad ósea y considerar el inicio del tratamiento con bifosfonatos.